Renault se refiere a la salida de Chevrolet como fabricante y hace peticiones al Gobierno para recuperar el sector automotor

Ariel Montenegro, presidente director general de Renault-Sofasa, habló sobre el futuro de la industria automotriz.

Tener carro propio es una de las metas de muchos para el 2024. Foto: iStock

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Juan Andrés Beltrán Tellez

PRACTICANTE ESCUELA DE PERIODISMO MULTIMEDIA EL TIEMPO27.06.2024 18:02 Actualizado: 01.07.2024 00:00

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Renault-Sofasa, la única gran ensambladora de vehículos en el país expresó su preocupación frente a la situación del sector. Su presidente director general, Ariel Montenegro, hizo un análisis de las causales de la problemática y habló de los diálogos que se han mantenido con el Gobierno, los cuales giran en torno a desarrollar y proteger la producción interna y a volver más competitiva la exportación de vehículos.

La caída paulatina en las ventas automotrices desde el 2018, sumado al cierre de la planta de producción de Colmotores a finales de abril, revelan una compleja coyuntura para la industria automotriz.

Cada vez hay menos empresas que fabriquen y ensamblen carros en el territorio nacional (en el 2014 había cuatro, actualmente hay dos), y estas se han visto afectadas por la imposibilidad de competir con los precios de producción de otros países latinoamericanos.

Según datos de Renault, la cantidad producida de carros en el país cayó de un 36,6 por ciento en el 2015 a 14,4 por ciento en el 2023, mientras que la producción de vehículos que llegan al país provenientes de países latinoamericanos, principalmente de Brasil y México, pasó de representar 7 por ciento en el 2015 a 32,9 por ciento en el 2023.

No nos gusta ser más del 90 por ciento del ensamble nacional; por el contrario, nos preocupa

Para Montenegro, esto es preocupante porque la “competitividad de la industria automotriz depende de la tecnología y del volumen de competidores. Aquí hay una amenaza y una necesidad de tener más empresas anclas que atraigan inversión, generen volumen y permiten desarrollar el ecosistema".

Ante la salida de Chevrolet con el cierre de su planta de Colmotores, Montenegro dice: "No nos gusta ser más del 90 por ciento del ensamble nacional; por el contrario, nos preocupa”.

El otro punto son las características del mercado nacional y parque automotor, que, por un lado, “es uno de los más envejecidos de la región con 19 años”, y por otro, tiene una tasa de motorización muy baja, pues hay unos “120 vehículos por cada mil habitantes, mientras que Europa o Estados Unidos están por encima de los 600 vehículos por cada mil habitantes”.

A esto se le añade el tema de infraestructura y la conectividad para exportar productos ensamblados nacionalmente: “Si bien tenemos las puertas abiertas a otros mercados, y tenemos salida al mar por ambos lados, seguimos estando lejos. Los desafíos geográficos y la topografía colombiana nos presentan unos retos en términos de distancia hacia los grandes mercados”.

Ariel Montenegro asumió como presidente y director de Renault Colombia en febrero pasado. — Ariel Montenegro, presidente y director de Renault Colombia. Foto:El Tiempo / cortesía

El presidente reconoció que el país tiene una fuerte ventaja en temas de talento humano, sostenibilidad y de a importar de otros mercados, pero que todavía hay grandes desafíos.

Por esto, explica Montenegro, se han tomado varias medidas para desarrollar y retener el capital humano de sus colaboradores, aumentar el a nuevos mercados (que incrementó un 11 por ciento con incursiones en México, Chile y Venezuela) y se han mantenido diálogos con el Estado para afrontar esta situación.

Las conversaciones con el Gobierno Nacional:

Renault insiste en que hay dos puntos que se deben tratar para recuperar la industria automotriz a futuro y que actualmente están siendo discutidos con el Gobierno. El primero es un incentivo a la exportación y una reducción de impuestos para los productos que se ensamblan en Colombia.

Para esto, proponen un mecanismo “gana y gana”, en el que se pueda aliviar un poco la carga tributaria sin dejar de recaudar impuestos, que atraiga inversiones y, sobre todo, que compense la logística y costos de exportar los vehículos para poder competir con los otros países latinoamericanos.

Por los vehículos que provienen de México, Estados Unidos y Canadá se pagan cero aranceles; contrario a lo que pasa con los que son traídos de China, India o Japón. — Foto:Alcaldía de Bogotá

El segundo punto se centra en medidas proteccionistas hacia la industria nacional: “esta puede ser para los autopartistas con créditos blandos, incentivos de inversión y actualización de tecnología, y para la cadena de valor”.

El directivo contó que la propuesta que ha avanzado más es la de reducciones tributarias por cada producto exportado. También hizo énfasis en que el punto de protección a la industria nacional “no es lo que nos va a salvar, pero permite que haya inversiones con alto perfil exportador. Lo que nos va a salvar es el incentivo a la exportación”.

“Necesitamos reactivar y reaccionar. Es fundamental que este tema se ponga sobre la mesa y que los diálogos pasen a ser acción. Celebramos 55 años de fundación y queremos celebrar otros 55 años siendo una marca colombiana de origen francés que le apuesta al desarrollo de una industria que genera progreso”, puntualizó Montenegro.

JUAN ANDRÉS BELTRÁN - REDACCIÓN ECONOMÍA Y NEGOCIOS