Invertir en medidas climáticas le dejaría a Colombia ganancias por US $ 7.000 millones

Si bien el costo de implementar la agenda climática no es menor, hacerlo traerá beneficios económicos netos por unos 7.000 millones de dólares a Colombia entre 2023 y 2050 y un mayor crecimiento e ingresos de los hogares al cabo de 27 años. Para ello, el país tendría que realizar una inversión adicional estimada en 92.000 millones, de los cuales 80,4 por ciento lo podría aportar el sector privado (unos 74.000 millones),  según cálculos el Banco mundial.

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Al referirse a Colombia en su más reciente informe, 'Acción climática en América Latina y el Caribe', el organismo multilateral señala que la acción climática no va en contravía con la agenda de desarrollo más general de Colombia, la cual busca elevar los niveles de vida, pero aumentará la urgencia para implementar las reformas necesarias, además porque el país es 'altamente vulnerable al cambio climático'.

Tanto que si las temperaturas mundiales aumentaran solo 1,5 grados centígrados, el número de personas afectadas por inundaciones en Colombia se triplicaría, mientras que para 2050 la cantidad de días muy calurosos se multiplicaría casi por seis y las disrupciones de la infraestructura causadas por el clima podrían afectar a 60 por ciento más de colombianos.

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Los efectos de ese cambio en las condiciones del clima no son solo en ese frente. En su informe el Banco Mundial señala que como productor de combustibles fósiles, para 2050 Colombia podría perder hasta el 10 por ciento de sus ingresos por exportaciones, hasta el 6 por ciento de sus ingresos gubernamentales y hasta el 8 por ciento de su producto interno bruto (PIB) como resultado de la descarbonización mundial.

Para lograr los resultados que plantea el organismo multilateral Colombia tiene que emprender una serie de acciones que permitan encaminarse hacia ese objetivo, para lo cual establece unas recomendaciones que le facilitarían ese camino.

En primer lugar, comenta el banco mundial, debe mejorar la coordinación entre los organismos y los niveles de Gobierno.

Como segunda medida, reducir de forma drástica la deforestación, transformar el sector agrícola para hacerlo climáticamente inteligente, invertir en sistemas de energía y transporte resilientes y con bajas emisiones de carbono; garantizar que los sistemas de protección social amortigüen eficazmente los impactos climáticos en las personas vulnerables, e invertir en una transición justa a medida que disminuya la demanda de combustibles fósiles.

En tercer lugar, aumentar los ingresos fiscales para que el gobierno pueda costear su parte de la inversión climática.

Por último, poner a toda la economía, especialmente al sector privado, en condiciones de hacer su parte para que Colombia avance en su transición climática.

El Banco Mundial considera que el país puede construir un futuro más próspero, más verde y más resiliente si pasa a un modelo de desarrollo basado en la acción climática, la innovación y el aumento de la productividad.  Y para avanzar hacia ese objetivo es necesario acelerar la acción climática y estas son sus razones:

1. La deforestación pone en peligro una biodiversidad muy valiosa y da lugar a la pérdida de servicios ecosistémicos clave, como la regulación de la temperatura, la retención de agua y el suministro de alimentos.

2. Se espera que el cambio climático afecte aún más la ya escasa productividad del sector agrícola, que representa el 60 por ciento del empleo en las zonas rurales.

3. Los riesgos climáticos y de desastres representan, de lejos, el mayor pasivo contingente de Colombia, ya que podrían llegar a generar un impacto en la actividad económica equivalente al 4,4 por ciento del PIB.

4. El país está altamente expuesto a daños en la infrastructura crítica para el país, que generan interrupciones en servicios básicos como la generación y transmisión de electricidad, el transporte, y el submistro de agua potable.

5. El bienestar de los colombianos está en juego, ya que el aumento del estrés térmico, el incremento de la prevalencia de enfermedades transmitidas por vectores y la baja en la calidad del aire afectarán la salud, la productividad y los resultados del aprendizaje.