El Gobierno acaba de expedir el decreto 307, a través del cual autoriza la reducción de los aranceles para, al menos, 165 productos que el país importa y que tienen una alta incidencia en la canasta básica de consumo de los colombianos. La medida, en consecuencia, busca aliviar las presiones inflacionarias y que amenazan con elevar este indicador por encima del 8 por ciento, tal como lo estiman algunos analistas.
En principio, el Comité de Asuntos Aduaneros, Arancelarios y de Comercio Exterior había hecho una recomendación para que esa reducción de aranceles se aplicara sobre 182 productos, pero finalmente, se hizo sobre 163.
A través de dicho decreto, se redujo a 0 por ciento el arancel y por 6 meses, para ese número de subpartidas arancelarias que se importan al país y que no tienen registro de producción nacional. Estos bienes tenían arancel de 5, 10 y, en algunos casos, del 15 por ciento.
Entre los productos cobijados con esa medida se encuentran desde harinas, maíz, granos de avena, semillas para la siembra (de remolacha azucarera, cebollas, coles, zanahoria, lechuga y tomate) hasta trigo en grano, extracto de malta o pan de especias.
De igual forma, esa medida cobija a la Malta (de cebada u otros cereales) sin tostar, así como la tostada, así como a los extracto de esta, indispensable para la producción de bebidas en el país.
También entran en ese paquete de cero arancel otros productos como la cerveza sin alcohol, los sustitutos de la leche para la alimentación de terneros o fórmulas no lácteas para niños de hasta 12 años de edad.
De igual forma se nombran diferentes abonos, aceites esenciales (de naranja, lima, limón, lavanda…) o cueros y pieles en bruto, pastas de madera, papel y cartón, pañuelos y papel higiénico. Otras subpartidas que aparecen son las de diferentes tipos de algodón, hilados, fibras, alfombras, tejidos de punto, suelas de caucho, plásticos y herramientas de podar.
Así mismo, para dos de esos productos y también por 6 meses, suspendió la aplicación del Sistema Andino de Franja de Precios.
“Esta medida, conjuntamente con el paquete completo que anunciamos hace unas semanas, empezará a hacerle frente a este fenómeno que están viviendo varios países en el mundo. Confiamos en que las expectativas de inflación empiecen a anclarse y comencemos a ver en los próximos meses una reducción en el costo de vida de los ciudadanos”, dijo José Manuel Restrepo, ministro de Hacienda y Crédito Público.
Por su parte, María Ximena Lombana Villalba, ministra de Comercio, Industria y Turismo, aseguró que “algunos de los incrementos de precios están asociados al encarecimiento de los insumos, que a su vez se explican por las disrupciones en las cadenas de suministro observadas durante los últimos meses, que llevaron a un encarecimiento de las materias primas y de la producción. Esta medida arancelaria mitigará dichas presiones alcistas. El propósito es aliviar en parte el bolsillo de los colombianos, especialmente de los hogares menos favorecidos”.
EL Tiempo