Los tarjetahabientes colombianos se arriesgaron a desempolvar sus tarjetas de crédito y hacer uso de estas aun en medio de la pandemia del coronavirus y el alto desempleo. El año pasado gastaron con sus plásticos cerca de 84 billones de pesos, 31,3 por ciento más que en el 2020, pero 2 por ciento menos del consumo registrado con este medio de pago en el 2019, el cual rondó los 85,7 billones de pesos.
Las cifras son de la Superintendencia Financiera, las cuales dejan ver, además, que en diciembre pasado ese gasto con tarjetas alcanzó un máximo histórico mensual de 9,1 billones de pesos, monto suficiente para construir cerca de tres trenes de cercanías, como el Regiotrans de Occidente, cuyo costo estimado es de 3,6 billones.
Las bajas tasas de interés, la reactivación de todos los sectores, el gasto represado de cientos de hogares y personas, como consecuencia de las limitantes que impuso la pandemia y el paro nacional en la primera parte del año, así como las jornadas del día sin IVA, se cuentan entre las razones que motivaron a las personas a darle rienda suelta al uso de sus plásticos el año pasado.
Como se recuerda, el consumo con tarjetas de crédito, en pleno avance de la pandemia del covid-19, se contrajo más del 25,4 por ciento, pasando de 85,7 billones de pesos en el 2019 a cerca de 64 billones un año después.
Sin embargo, su recuperación avanza rápido. Luego de las medidas implementadas para contener la tercera ola del covid-19 (enero-febrero) y del impacto ocasionado por el paro nacional (abril-mayo) el gasto con el llamado dinero plástico comenzó a repuntar en el 2021, pasando de 5,5 billones en abril a los 9,1 billones de diciembre, 37,2 por ciento más que en igual mes del 2020 y un 4,2 por ciento por encima del registro de ese mismo periodo del 2019.
Según las cifras oficiales, en ese último mes del año pasado los tarjetahabientes colombianos gastaron, en promedio cada día, unos 293.550 millones de pesos, cerca de 12.231 millones por hora o 204 millones cada minuto.
Lo que ven algunos agentes del mercado es que, sin duda, ese consumo está disparado, pero ven difícil que se pueda alcanzar pronto el ritmo de prepandemia, porque aun en medio de la recuperación de la economía y el empleo, lo que buscarán las autoridades es que ese gasto no se salga de las manos y contribuya luego a un deterioro de la cartera total del sistema financiero.
Al cierre de noviembre pasado, de cada 100 pesos prestados a través de las tarjetas de crédito, 5,8 pesos presentaban una mora superior a 30 días, por encima de los 4,79 pesos promedio de toda la cartera de consumo del sistema.
“Debería seguir creciendo (el consumo con tarjetas), pero no a la velocidad y ritmo que traía. El aumento de tasas de interés (del Banco de la República) sigue siendo expansivo pero mucho menor, aunque se espera que desestimule la demanda y por esa vía el crédito”, advierte una fuente bancaria consultada.
Mayores consumos
Según estadísticas de la Superfinanciera, al cierre del año pasado los tarjetahabientes colombianos habían utilizado 32,3 billones de pesos de un cupo total aprobado de 99,5 billones, lo que deja un margen amplio de crecimiento de este medio de pago, unos 67 billones, sobre los que la autoridad del mercado debe hacer un monitoreo permanente, más si se tiene en cuenta el ritmo de gasto que traen las personas con este instrumento.
En efecto, el año pasado los colombianos gastaron con sus tarjetas, en promedio cada mes, unos 7 billones de pesos, cerca de 231.000 millones por día o unos 9.560 millones cada hora.
Para los analistas del grupo Bancolombia, uno de los mayores emisores de tarjetas en el país, con cerca de 2,3 millones de unidades activas en el mercado, “uno de los efectos de la pandemia fue el refugio en la categoría mercado por parte de los consumidores a nivel nacional, especialmente durante el segundo trimestre de 2020”.
Agregan, con base en el análisis del comportamiento de sus tarjetahabientes, que a partir de 2021 la participación de las diferentes categorías sobre el consumo total comenzó un proceso de normalización, dado que durante el segundo semestre de 2021 y lo corrido de 2022 las diferentes categorías volvieron a tener sus participaciones habituales y el segmento de la categoría mercado nuevamente se situó por debajo del umbral del 30 por ciento.
Lo que muestra el análisis de esta entidad es que la compra de mercado concentró una cuarta parte del consumo con tarjetas de crédito de sus clientes a lo largo del 2021.
El segundo mayor gasto con dinero plástico fue el de vestuario, entre 16 y 21 por ciento; mantenimiento de vehículos, entre el 10 y el 12 por ciento, mientras que los viajes coparon entre el 5 y el 8 por ciento del consumo con tarjetas de crédito.
Los analistas de Bancolombia consideran que ese gasto por categorías se irá recomponiendo a medida que avance el año, pero que mercado, vestuario y rios y vehículos seguirán siendo los segmentos que lideren las compras con tarjetas.
“Durante la última semana (13 al 19 de enero del 2022), la gran mayoría de categorías presentaron crecimientos a doble dígito, siendo entretenimiento y comida las de mejor desempeño. Sin embargo, para el caso de entretenimiento, viajes y belleza es importante recordar que fueron los más afectados por la pandemia y pese a los buenos resultados del inicio de año, aún no han alcanzado la normalidad”, precisan.
Se reactiva la colocación de plásticos
La pandemia no solo obligó a miles de personas a dejar guardadas bajo llave sus tarjetas de crédito; a otras las llevó a cancelarlas o devolverlas a los bancos ante el temor de no poder cumplir con esa obligación.
Según la Superfinanciera, durante lo más agudo de esta crisis, salieron del mercado cerca de 1,4 millones de plásticos. Luego de alcanzar más de 16 millones de tarjetas activas en el 2019, un año después ese mercado se redujo a 14,7 millones.
El año pasado, con la reactivación en marcha, los emisores lograron colocar más de 700.000 unidades, lo que permitió cerrar el año con más de 15,5 millones de tarjetas activas.
El Tiempo