La libra esterlina ha alcanzado este lunes su nivel más bajo frente al dólar. La libra cayó a 1,035 dólares en el comercio matinal de Asia, según datos de Bloomberg, y algunos comentaristas advirtieron que podría alcanzar la paridad con la divisa estadounidense.
De esta manera, el valor de la libra esterlina se desplomó con respecto al dólar estadounidense a su nivel más bajo desde 1971.
Entre tanto, en la apertura del mercado del lunes en Londres, la divisa del Reino Unido perdía 2,09 por ciento frente al dólar, hasta 1,0568 dólares, un 1,54 por ciento frente al euro, hasta 1,0971 euros, y un 1,82 por ciento respecto al yen, hasta 152,0895 yenes.
Luego de que en la apertura del mercado asiático, la libra esterlina ya había caído frente al dólar casi 5 por ciento, recuperó posteriormente algo de valor, pero suscitaba temores entre los analistas de que la divisa británica podría incluso llegar a la paridad con la moneda norteamericana para finales de año.
El pasado viernes la libra esterlina ya se había desplomado tras el anuncio del Gobierno de Liz Truss de un masivo programa de recorte de impuestos valorado en 45.000 millones de libras (50.800 millones de euros), el mayor acometido por el Gobierno británico en 50 años.
¿Por qué los anuncios golpean a la libra?
La razón para la devaluación de la libra es el temor de que llegue una profunda recesión en el Reino Unido, luego de que el nuevo ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, presentó el polémico plan de reducción de impuestos.
Los inversionistas comenzaron a vender libras el viernes luego de que Kwarteng presentó el plan de reducir impuestos para relanzar la debilitada economía británica. Las ventas continuaron este lunes luego de que un día antes Kwarteng insinuara que no descarta introducir más recortes fiscales además de los anunciados la pasada semana.
El ministro dijo el domingo que pretende presentar mayores reducciones, pese al revuelo que provocó en los mercados de Londres, donde el FTSE 100 cayó cerca de 2 por ciento.
Entonces, la libra cayó a un mínimo no visto desde 1985 tras revelar Kwarteng que rebajaría el tramo más elevado del impuesto sobre la renta, del 45 hasta el 40 por ciento, reducirá un punto el tramo más bajo, y subirá el impuesto de sociedades, entre otras medidas.
Si el ministro no quiso valorar entonces cuál sería la reacción de los mercados a su declaración fiscal, el domingo indicó que los recortes "favorecen a los ciudadanos de toda la escala de ingresos" defendiéndose de los que le reprochan que su plan de recortes beneficia principalmente a los ricos e insinuó a la BBC que aún podría haber más medidas de este estilo.