En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Entrevista
Entrevista con Sog, el productor que la tiene clara con el reguetón
Ha trabajado con Feid, Ryan Castro, Reykon, Peso Pluma y Blessed. Produjo 'El ritmo que nos une', canción oficial de la Selección Colombia en la Copa América 2024, en la que cantan Luis Díaz y Juan Fernando Quintero.
Santiago Orrego, más conocido como Sog, tiene trece años de experiencia en producción musical. Sus influencias son el género urbano, la cumbia y la salsa. Foto: Cortesía Warner Music
Santiago Orrego Gallego es el mago tras bambalinas de éxitos del reguetón como Monastery, Mujeriego y Wasa Wasa. Cuando era niño su abuelo notó el amor que sentía por la música y le regaló un piano y una guitarra. Los mismos que, al crecer, usó para componer mientras estaba en la universidad. En el país lo conocen como Sog, un nombre que formó con sus iniciales pero que se volvió famoso gracias a las canciones que produjo, llegaron al número uno en listas de éxitos nacionales e ingresaron a conteos de ‘Top 50 global’ en otros países, en las que suenan frases como: “qué chimba, Sog” y “dímelo Sog”
Recientemente produjo y compuso El ritmo que nos une, canción oficial de la Selección Colombia en la Copa América 2024, en la que cantan Ryan Castro, Luis Díaz y Juan Fernando Quintero. En el video oficial hacen presencia otros jugadores como James Rodríguez, Daniel Muñoz, Davinson Sánchez y Matheus Uribe.
Ha sido enfático en la influencia de su infancia en Medellín en la música que produce.
Como buen paisa crecí al lado de una familia numerosa. Hacíamos muchas fiestas y el ambiente era muy feliz, no solo en mi casa sino en mi barrio, porque nunca pusieron problema por hacer ruido. Sonaba música todo el tiempo. Yo veía que los muchachos pasaban en sus carros con los bafles a todo volumen: sonaban cumbias, salsa y reguetón puertorriqueño. Incluso sonaban Rodolfo Aicardi y Linkin Park. Ahí dije: quiero hacer música, quiero sonar ahí. Y lo logré. Qué día, cuando visité el barrio sonó una canción mía con Ryan Castro, y eso era lo que quería, salir adelante, que mi familia se sintiera orgullosa y hacer música.
La primera canción suya que se pegó fue 'Tu cuerpo me llama', con Reykon.
Empecé tocando guitarra desde niño, cuando supe qué hacía un productor dije: yo quiero ser productor, eso es lo mío. Entonces apliqué a una beca para estudiar eso, me la gané, fueron dos millones de pesos y con eso fui ahorrando y me compré una moto. Antes de eso me iba a pie todos los días de mi casa a la universidad. En el camino había un estudio de grabación, me hice amigo de la gente de ahí. Un día me dijeron “entre”, y yo dije: “Uy no, qué pena”. Me insistieron, entré y compuse Tu cuerpo me llama. Después me fui a mi casa y dejé eso ahí. Al otro día ya tenían grabado un hit. La gente en la universidad me decía: “¿Ese Sog que mencionan en la canción es usted?”. Yo, contento, decía que sí. En ese momento no sabía de derechos de autor ni de regalías, ni de papeleo ni de registro, estaba feliz porque mi canción estaba sonando. Probé las mieles del éxito y eso me motivó, dije: “Si una canción nos pega, otras también nos van a pegar”.
Ha producido para Peso Pluma, Ryan Castro, Blessed, Feid. ¿Qué cambia al trabajar con cada uno de ellos?
Cada artista es un mundo: tienen un sello y un público distintos. Todo se ha vuelto más fácil porque con el tiempo no solo soy yo componiendo y esperando a ver quién canta, sino que los artistas se han hecho colegas míos. Ryan conoce a mi familia. La cercanía hace que haya más confianza, algo muy bueno porque a él casi no le gusta escribir, le gusta improvisar con el micro. A Blessed le gusta mandarme audios cantando en la ducha, coros y melodías, y me pregunta: “¿Le gusta esa?”.
¿Cómo conoció a Feid?
Ryan y yo teníamos una canción que se llamaba Poblado, fue muy exitosa, y teníamos un verso que al final nunca salió. Cogimos ese verso, a partir de ahí hicimos una nueva canción, Monastery, y se la mandamos a Feid. Luego, Ryan y yo íbamos en carretera camino a Villavicencio y cuando volvimos a tener señal nos llegó el audio de Feid cantando la canción porque le había gustado mucho.
¿Cómo fue trabajar con Luis Díaz y Juan Fernando Quintero?
Con el tiempo no solo soy yo componiendo y esperando a ver quién canta, sino que los artistas se han hecho colegas míos.
Como cumplir un sueño raro, imagínate que yo te diga que Ryan cantó con la Selección. Es idílico. Fue una responsabilidad muy grande hacer la pista porque tenía que hacer una canción que estuviera a la altura de la narrativa en torno a la Selección. Cuando por fin tuve el beat con la flauta le añadí la cumbia, los ritmos afros y viajé a Miami para grabar. Al inicio solo iba a cantar Ryan, pero les mostramos la canción a los muchachos del equipo y les gustó. Viajamos a Barranquilla, nos unimos a la concentración y montamos un estudio improvisado. Cuando grabamos el video nos reímos entre todos porque me vestí de árbitro.
De izquierda a derecha: Luis Díaz, Ryan Castro y Juan Fernando Quintero. “Si Juanes tenía la camisa negra, pues yo la tengo amarilla”, dice la canción. Foto:Federación Colombiana de Fútbol
¿Cuál es su ritual para componer?
Compongo con los artistas, pero termino detalles en soledad. Me gusta que mi lugar de trabajo esté ordenado y limpio, para que solo sea prender velitas y trabajar. Me gusta madrugar y hacer todo en las mañanas. Los artistas se sorprenden cuando los cito a las 9 a. m. porque eso para ellos es como madrugar. Y lo último que se sumó a mi ritual estos años fue que compongo solo con amigos; puedo decir: quiero trabajar acá. No me gustan las estrellitas, todos tenemos nuestro personaje, pero en el estudio vamos a hacer música, somos un equipo, no individuos. Eso es clave para componer: soltar el ego.
No todos entienden la importancia del productor...
Es una pelea constante. Trabajar con los que sí entienden la importancia de producir es mejor porque podemos arreglar la afinación, el tono de las canciones y las melodías. El productor puede convertirte en una estrella o destruirte. Un buen productor te pone a competir con Taylor Swift. Se dice que es un 50/50 de responsabilidad junto con el cantante, pero a veces uno termina haciendo más. Nosotros sabemos de estética, de tendencias, de arreglos técnicos y musicales, mejor dicho, ayudamos a pautar la calidad.
Usted se hizo famoso como productor gracias a la frase “¡qué chimba, Sog!”.
Eso pasó gracias a Wasa wasa. La canción pegó muy bien. Recuerdo que la estaba grabando con Ryan, le puse una melodía en los audífonos y me dijo: “Está chimba, Sog”. Siempre estoy pendiente de grabar todo y decidí que esa frase iría en el coro. A la gente le encantó, todos entendieron “qué chimba, Sog” y empezaron a usar la frase en todo tipo de contextos para decir que algo les gustaba. Un día estaba en Barranquilla y en un puente había un grafiti con la frase. Otro día estaba en Medallo, y el taxista me dijo: “Tengo un amigo que me saluda diciendo: qué chimba, Sog. ¿Usted sabe qué es eso?”, cuando le conté me dijo la frase y me pidió una foto.
Se hizo parte de la cultura popular. Algunos hacen chistes diciendo que Sog es Sogamoso
(Risas) Pues, la verdad, qué chimba Sogamoso. Toca ir.
Daddy Yankee lo eligió para ser telonero de su concierto en Bogotá en 2022. ¿Qué se sintió presentar su música frente a más de 30.000 personas?
El productor suele estar tras bambalinas, y no quiero hacerme la víctima y decir que nadie nos valora, solo que no necesitamos que nos mencionen porque no es nuestro trabajo. Soy muy penoso. Entonces la idea de tomarme una foto, hablar en público, salir en medios me da nervios. Pero como decía mi papá: uno escala una montaña y se da cuenta de que hay otras 100 montañas más. Cuando Daddy Yankee me invitó vencí mis miedos. Fue muy lindo ver a tanta gente cantando lo que produje. Se las sabían todas.
¿Qué consejo les daría a productores primerizos?
Que no produzcan por producir, es importante que hagan su sello. Y aprendan a leer la letra pequeña, patenten, registren su música. Ojalá yo lo hubiera hecho al empezar.