Millonaria por error: la mujer que ganó 2 millones de dólares en la lotería por este accidente

Una decisión inesperada cambió la vida de Kelly Lindsey, residente de Carrollton. Al comprar un boleto de la Lotería de Virginia en una gasolinería de Race Way Carrollton, ubicada en el 13028 de Carrollton Boulevard, Estados Unidos, solicitó un raspa y gana con números de la suerte. 

Sin embargo, el vendedor le entregó un billete diferente. Aunque tuvo la opción de cambiarlo, decidió conservarlo y rasparlo.

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El resultado fue sorprendente: ganó un premio de 2 millones de dólares (aproximadamente 7.8 mil millones de pesos colombianos). 

Este resultado era altamente improbable, ya que la probabilidad de obtener el premio mayor en el juego Money Blitz era de 1 en 1.142.400.

Para recibir el dinero, tuvo que elegir entre dos opciones: recibir los 2 millones de dólares en pagos anuales durante 30 años o aceptar un pago único de 1.25 millones de dólares. Optó por la segunda alternativa, lo que redujo la cantidad total, pero le garantizó el inmediato al dinero. Con esta elección, se convirtió en la segunda persona en llevarse el mayor premio de ese sorteo.

En el condado donde reside, la lotería ha beneficiado a varios jugadores. Desde 2023, los premios entregados en la zona superan los 3 millones de dólares.

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Además del ajuste por el pago en efectivo, se aplicaron impuestos federales y estatales sobre el monto recibido.

En Virginia, los premios de lotería están sujetos a impuestos que afectan significativamente la cantidad final. Según la calculadora de impuestos de la Lotería de Virginia, al monto de 1.25 millones de dólares se le descontaron:

Tras estas deducciones, la cantidad neta que recibió fue cercana a los 900 mil dólares (aproximadamente 3.5 mil millones de pesos colombianos).

Según el gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, en el último año fiscal la Lotería de Virginia recaudó 934 millones de dólares, lo que representa el 10 % del presupuesto estatal destinado a la educación K-12. Estos fondos se destinan al fortalecimiento de las escuelas públicas en todo el estado.

En el condado de Isle of Wight, donde reside Kelly Lindsey, se asignaron más de 3.7 millones de dólares a programas educativos y mejoras en infraestructura escolar.

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En 2011, Dan Saunders, un ciudadano australiano, descubrió una falla en el sistema de cajeros automáticos que le permitió retirar grandes sumas de dinero sin que estas se reflejaran en su saldo bancario. 

Durante cuatro meses, utilizó el error para acceder a aproximadamente 1.6 millones de dólares australianos (cerca de 4.600 millones de pesos colombianos), gastándolos en lujos, viajes y ayudas a conocidos y personas en situación de calle.

Todo comenzó cuando Saunders salió de un bar y decidió revisar su cuenta bancaria. Al intentar consultar su saldo, la pantalla le mostró el mensaje "saldo no disponible en este momento". Para probar qué sucedía, intentó hacer una transferencia desde su cuenta de crédito, pero el sistema respondió "transacción cancelada".

"Pensé que era muy extraño, así que decidí intentar sacar $ 200 de mi cuenta de ahorros solo para ver qué pasaba. Me dio el dinero así que volví al bar y seguí bebiendo", relató a Vice.

Más tarde, mientras regresaba a su casa, volvió a encontrar un cajero automático y decidió probar de nuevo. Tras realizar varias transacciones, descubrió que había un momento específico en el que el sistema permitía retirar efectivo sin que se descontara de su saldo real.

"Me di cuenta de que había un desfase entre lo que me daba el cajero automático y mi saldo bancario, lo que significaba que cualquier gasto que gastara lo podía cubrir haciendo una simple transferencia todas las noches entre mi cuenta de crédito y mis ahorros. Pude 'crear' el dinero haciendo una transferencia entre la una y las tres de la mañana, que fue cuando me di cuenta de que los cajeros automáticos se desconectaban", explicó.

Durante los meses siguientes, Saunders utilizó el error para financiar una vida de excesos. Organizó fiestas, pagó vuelos privados y cubrió deudas propias y de sus amigos. Además, destinó parte del dinero a ayudar a personas sin hogar, pagándoles habitaciones de hotel para que no durmieran en la calle.

"Ser capaz de hacer que el saldo de tu cuenta ascendiera a millones con solo pulsar una tecla era algo muy adictivo. Me sentí como un cavernícola descubriendo el fuego", dijo.

Aunque el banco no detectó la anomalía, Saunders comenzó a experimentar ansiedad. Soñaba con el momento en que lo descubrieran y cada vez que sonaba su teléfono, temía que fueran las autoridades.

"Estaba teniendo ataques de ansiedad. Cuando sonaba el teléfono siempre contestaba. Creo que había una pequeña parte de mí que quería que esto terminara, pero ya había superado el punto sin retorno. Mi vida había cambiado dramáticamente", confesó.

Después de consultar con un psiquiatra, este le recomendó entregarse a la policía. Sin embargo, antes de hacerlo, decidió compartir su historia con los medios de comunicación.

"Nunca me comuniqué con la policía. Simplemente dejé de hacer transferencias y me comuniqué con el banco en junio y julio de 2011. Me dijeron: 'Es un asunto policial, ahora no podemos hablar contigo. Te arán, estás en un gran problema' y eso fue todo", contó a Vice.

En 2015, fue condenado a 12 meses de prisión por fraude y robo. Luego de cumplir su sentencia, recibió una orden correccional comunitaria por 18 meses.

La Nación (Argentina) / GDA