Los impensados beneficios del agua con gas para la salud: refresca y ayuda a la digestión

El agua es fundamental para el buen funcionamiento del cuerpo humano. El organismo, compuesto en su mayoría por este líquido vital, requiere reponer diariamente el agua perdida para mantener su equilibrio. La hidratación adecuada contribuye a funciones esenciales como la regulación de la temperatura, el transporte de nutrientes y oxígeno, y el desempeño óptimo de los órganos internos.

Existe una alternativa menos convencional para mantenerse hidratado: el agua con gas. Este tipo, al igual que la natural, constituye una fuente eficaz para recuperar líquidos, con el atractivo adicional de su efervescencia característica, según el medio 'Healthline'. Además, ofrece una riqueza en minerales esenciales, como magnesio, calcio y bicarbonato, que fortalecen la salud.

(A continuación: Los seis quesos que un neurólogo recomienda para mejorar la memoria y cuidar el cerebro).

El agua con gas no solo hidrata, sino que aporta beneficios significativos para la digestión. Gracias a su carbonatación, estimula la producción de jugos gástricos, lo que facilita la descomposición de los alimentos y mejora la absorción de nutrientes. Este aspecto resulta particularmente útil para quienes enfrentan digestiones lentas o pesadas, ya que las burbujas promueven una mejor asimilación alimenticia.

Además, según el sitio 'WebMD', la sensación burbujeante contribuye a aliviar la hinchazón al favorecer la liberación de gases retenidos. Esto brinda mayor comodidad tras las comidas, especialmente para quienes suelen experimentar molestias digestivas recurrentes.

(Enseguida: ¿Existen alimentos que pueden ayudar a limpiar el hígado? Le contamos).

Otro beneficio es la mejora del tránsito intestinal, ya que la carbonatación estimula el movimiento en el tracto digestivo, facilitando evacuaciones regulares. Este efecto resulta ideal para personas que lidian con estreñimiento ocasional.

El agua con gas destaca como una opción saludable para aquellos que buscan reducir el consumo de bebidas azucaradas. Proporciona una experiencia refrescante sin las calorías ni los efectos adversos del azúcar añadido, como el aumento de peso o problemas metabólicos, según la Facultad de Medicina de la Universidad de Chicago.

Asimismo, puede aumentar la sensación de saciedad, ayudando a controlar el apetito y reduciendo la ingesta calórica total. Este aspecto lo convierte en un aliado para quienes desean gestionar su peso de manera efectiva.

(Le recomendamos leer: La fruta que es una ‘bomba’ de vitamina C: ayuda a la síntesis del colágeno, mejora las defensas y protege del daño celular). 

Para convertir el agua con gas en una experiencia aún más refrescante y sabrosa, se pueden probar algunas combinaciones:

Aunque el agua con gas es segura para la mayoría, existen consideraciones a tener en cuenta. Para personas con gastritis u otros problemas gástricos, la carbonatación podría provocar incomodidad, por lo que se recomienda moderar su consumo. 

Además, ingerir grandes cantidades puede generar gases o sensación de hinchazón debido al dióxido de carbono presente en la bebida.

La Nación (Argentina) / GDA.