El drama de una cirujana estadounidense cuyo esposo latino fue detenido y podría ser deportado: ‘Si lo expulsan, tendré que irme con él’

Juan David Pestana, un joven venezolano de 29 años, fue detenido por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) el pasado 9 de mayo cuando se disponía a salir a trabajar desde su vivienda en el suroeste del condado de Miami-Dade. En ese momento, su esposa, Madison Pestana, una ciudadana estadounidense recién graduada como cirujana, recibió una llamada inesperada: su esposo le informó que había sido arrestado por agentes de inmigración en el estacionamiento de su edificio. Desde ese día, Juan David permanece bajo custodia federal en el Centro de Detención de Krome, mientras su futuro en Estados Unidos permanece en vilo.

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Pestana se encontraba tramitando su residencia permanente legal —conocida como “green card”— por estar casado con una ciudadana estadounidense. El proceso había sido iniciado en abril, y según su actual abogado defensor, Martin Rosenow, los documentos requeridos ya fueron recibidos y aceptados por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS). Sin embargo, una situación previa marcó negativamente su historial migratorio: la pareja fue víctima de una estafa por parte de un individuo que se presentó falsamente como abogado especializado en inmigración.

De acuerdo con el testimonio que Madison ofreció a medios como CBS News Miami y Newsweek, ella y su esposo contrataron a esta persona creyendo que era un profesional autorizado para llevar su caso. El individuo les aseguró que se encargaría de enviar todos los documentos necesarios para el trámite migratorio, pero en realidad nunca lo hizo. 

Esta omisión provocó que Pestana permaneciera por más tiempo del permitido en territorio estadounidense sin un estatus legal claro, situación que lo dejó vulnerable ante una intervención del ICE.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) considera que el joven venezolano incumplió los términos de su ingreso legal al país. Según declaraciones del portavoz del ICE, Néstor Yglesias, Pestana Buendía, quien cuenta con doble nacionalidad —venezolana y portuguesa—, ingresó legalmente a Estados Unidos el 29 de junio de 2021, pero no respetó las condiciones de su isión. 

“Fue arrestado por agentes del ICE el 9 de mayo de 2025. Permanecerá bajo custodia del ICE a la espera de su deportación”, aseguró el vocero.

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Tras su detención, Pestana fue trasladado al Centro de Detención de Krome, una instalación que ha sido objeto de denuncias por parte de organizaciones de derechos humanos debido a las condiciones de reclusión que allí se reportan. 

Su esposa relató que durante varios días no pudo comunicarse con él y que desconoce el estado exacto en el que se encuentra. Mientras tanto, Madison ha tenido que suspender sus planes profesionales, ya que aunque recibió una oferta laboral como cirujana en la ciudad de Jacksonville, ha decidido no tomarla hasta tanto su esposo sea liberado. “Solo necesito a mi marido”, expresó en medio de su incertidumbre.

La situación legal del joven venezolano sigue siendo incierta. Su abogado, Martin Rosenow, solicitó al gobierno estadounidense que se le conceda la libertad condicional humanitaria mientras su solicitud de residencia permanente es evaluada. Rosenow argumenta que el trámite fue debidamente reaplicado el mes pasado, y que el USCIS ya aceptó la documentación, lo que regulariza su situación migratoria. En este sentido, considera que la detención se produjo cuando Juan David ya no estaba en situación irregular, motivo por el cual solicita que pueda esperar la resolución del caso en libertad y junto a su esposa.

La abogada también ha manifestado su preocupación por la posibilidad de que Pestana sea deportado a Venezuela, un país con severas crisis políticas y sociales, o incluso trasladado a la megacárcel de El Salvador, donde, según reportes, han sido enviados más de 200 migrantes venezolanos bajo sospechas de tener vínculos con organizaciones criminales. 

Madison teme que su esposo pueda ser incluido injustamente en estos procesos masivos de deportación y encarcelamiento, y asegura que no podrá continuar su vida si eso llegara a ocurrir. “Estoy en una situación en la que trabajé 15 años de mi vida para convertirme en cirujana, pero si expulsan a mi esposo de este país, tendré que irme con él, porque no puedo vivir mi vida sin él”, dijo con firmeza.

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Mientras las autoridades migratorias evalúan la petición de libertad condicional, la familia Pestana permanece en una especie de limbo legal. La defensa insiste en que el ICE debe tener en cuenta que fue una estafa la que impidió la correcta presentación de la documentación en los tiempos estipulados, y no una acción intencional del migrante. En este punto, los abogados buscan demostrar que la negligencia fue del falso asesor legal, y no del solicitante.

La historia de Juan David y Madison expone uno de los riesgos que enfrentan cientos de migrantes en Estados Unidos: caer en manos de personas que se presentan como profesionales del derecho sin tener las credenciales necesarias. En muchos casos, estas estafas no solo implican pérdidas económicas, sino que generan consecuencias legales irreparables, como la deportación o la separación familiar.

Aunque cuenta con el respaldo de su nuevo abogado y de diversas organizaciones que abogan por los derechos de los inmigrantes, la incertidumbre persiste. La pareja continúa aferrada a la esperanza de que el proceso legal reconozca los errores cometidos por terceros y permita a Juan David permanecer en el país que ambos eligieron para formar una familia.

La Nación (Argentina)/ GDA