En Willow Glen, un barrio tranquilo de San José, California, la pequeña empresaria Voahangy Rasetarinera enfrentó una situación que casi lleva su negocio, The Giving Pies, al colapso.
Su tienda, ubicada en el 569 W. Alma Avenue, era famosa por sus tartas dulces, ganándose la iración de corporaciones de renombre como Google, Apple y Adobe.
Sin embargo, un pedido de Tesla en el Día de San Valentín prometía ser el inicio de una gran oportunidad, pero terminó en un desafío lleno de estrés y frustración.
La crisis desencadenada por Tesla
Rasetarinera recibió una orden de 2000 mini tartas dulces de Tesla, un encargo que la llenó de entusiasmo dado el prestigio del cliente. No obstante, las cosas tomaron un giro inesperado cuando, después de ser informada de que el pago aún no se había realizado, Tesla le pidió duplicar el pedido.
Durante una entrevista con ABC7 News, la propietaria del establecimiento reveló que se dedicó día y noche a la elaboración de 4000 tartas, invirtiendo una suma considerable en ingredientes y desestimando otras solicitudes para satisfacer este compromiso.
Sin embargo, la situación se volvió desoladora cuando, después de todo el esfuerzo y la inversión en ingredientes, Tesla canceló el pedido con un mensaje que expresaba: “Desafortunadamente, parece que cambiaremos de planes y no necesitaremos este pedido. Muchas gracias por su apoyo, lo aprecio”.
“Este abrupto cambio me dejó aturdida al darme cuenta del alcance del impacto en mi pequeña empresa. Había invertido tiempo, recursos y esfuerzo basándose en las garantías de Tesla, solo para quedarme en la ruina”, expresó la mujer.
Además, la cancelación dejó a Rasetarinera y a su negocio en una posición precaria, con pérdidas superiores a los US$16.000, una situación que compartió en las redes sociales, destacando el impacto devastador en su empresa.
La respuesta de Elon Musk y el apoyo comunitario
La noticia de la desafortunada situación llegó a Elon Musk, quien se movilizó rápidamente para enmendar el error. A través de un mensaje electrónico dirigido a The Guardian, la dueña de The Giving Pies confirmó que Tesla había efectuado el pago de los US$2000 adeudados por los insumos y por los encargos que se vio obligada a declinar para atender el pedido.
Esta acción por parte del empresario se llevó a cabo siguiendo su promesa de "corregir la situación", compromiso que había hecho público en su plataforma X.
Además, con el objetivo de enmendar las circunstancias, Tesla propuso a Rasetarinera una oportunidad de catering consistente en 3600 mini tartas para el evento del Día de la Mujer en marzo.
No obstante, tuvo que declinar dicha propuesta, debido a la cantidad de nuevos pedidos que recibió tras la exposición mediática del incidente.
Según 'NBC Bay Area', más de 300 clientes visitaron la tienda durante el fin de semana siguiente, mostrando su solidaridad.
Rasetarinera expresó su gratitud, asombrada por la respuesta de la comunidad y las donaciones recibidas de todo Estados Unidos, así como de países tan lejanos como los Países Bajos y Suecia.
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación, y contó con la revisión de un periodista y un editor.