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Año bisiesto: de dónde viene el nombre y por qué son importantes
Cada cuatro años el calendario incluye un día adicional, aumentando el total de días del año a 366.
El fenómeno del año bisiesto, que hace que el 2024 cuente con un día adicional en febrero, resalta la ingeniosa manera en que la humanidad ha buscado equilibrar el calendario solar con el cronológico.
Este evento, que sucede casi siempre cada cuatro años, se origina debido a la necesidad de corregir el desfase entre el tiempo que toma la rotación de la Tierra alrededor del Sol, estimado en 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45 segundos, y el calendario gregoriano, que se basa en un año de 365 días.
La adición de este día extra en febrero, un mes que habitualmente tiene 28 días, es vital para mantener la precisión de nuestras mediciones del tiempo y asegurar que las estaciones del año ocurran en las fechas esperadas.
Cualquier año divisible por 4 es un año bisiesto. Foto:iStock
El término "bisiesto" tiene sus raíces en una práctica del calendario romano, específicamente derivado del latín “ante diem bis sextum Kalendas Martias”, que significa "sexto día antes de las calendas de marzo".
Esta denominación se simplificó posteriormente a "bis sextus", que se traduce como bisiesto, refiriéndose originalmente al 24 de febrero. Esta peculiar nomenclatura se debe a las reformas introducidas por Julio César, quien, con la asistencia del astrónomo alejandrino Sosígenes, estableció un calendario más alineado con el año solar.
Sosígenes, inspirándose en el calendario egipcio, propuso un sistema que incluía un día adicional cada cuatro años, un precursor directo del calendario juliano, que más tarde evolucionaría al gregoriano que utilizamos hoy.
@eltiempo 🗓️Este 2024 es bisiesto, 🤔Cada cuatro años vemos esta anomalía en nuestros calendarios, pero ¿por qué existen los años bisiestos y desde cuándo? @Yeshica Paola Orjuel ♬ sonido original - EL TIEMPO
La importancia de los años bisiestos en nuestro calendario
La regla para determinar los años bisiestos es clara: cualquier año divisible por 4 se considera bisiesto, salvo aquellos que son múltiplos de 100. No obstante, hay una excepción a esta última condición; si el año también es divisible por 400, entonces sí es bisiesto.
Este año será el 29 de febrero. Foto:iStock
Esta regla asegura que el año 2096 será bisiesto, a diferencia del 2100, que no lo será debido a estas especificaciones. Estas correcciones son cruciales para evitar un desajuste en el calendario que, de no ser atendido, resultaría en un desfase de tres días cada 12 años, alterando la sincronización de las estaciones con nuestro calendario.
Si los años bisiestos no existieran, las consecuencias serían notables. Se estima que se perderían seis horas del calendario gregoriano cada año, lo que eventualmente provocaría un cambio significativo en las fechas de inicio de las estaciones.
Dicho desajuste tendría un impacto directo en las actividades humanas que dependen de las estaciones, desde la agricultura hasta las celebraciones culturales, alterando profundamente nuestro modo de vida y nuestra percepción del tiempo.
Un dato curioso y poco conocido es que la probabilidad de nacer un 29 de febrero, el día adicional de los años bisiestos, es de 1 entre 1461, lo que resulta en aproximadamente cuatro millones de personas en el mundo que celebran su nacimiento en esta fecha especial. Este hecho subraya la singularidad de los años bisiestos y su impacto en la vida de las personas, más allá de su propósito principal de corregir el calendario.
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación de Argentina, y contó con la revisión de un periodista y un editor.