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El 'top' de restaurantes italianos imperdibles en Bogotá
Un vistazo a deliciosas ofertas que incluyen pasta, pizza, ossobuco, milanesa y más de Italia
El salón principal de Don Ignazio, en Bogotá. Foto: Cortesía: Don Ignazió
A medida que se ha difundido por el mundo, la célebre cocina italiana ha tenido tantas variaciones (y para algunos deformaciones), que cada vez se valora más cuando, estando tan lejos, se encuentra un restaurante que refleje con fidelidad la comida del país mediterráneo.
Se valoran propuestas, por ejemplo, donde la carbonara no se disimule con crema de leche o donde las pastas sean hechas en casa, uno donde se pueda aprender de las combinaciones y platillos originales de esta gastronomía, además de disfrutarla.
Por lo mismo, destacamos en esta selección algunos sitios, reconocidos ya, por su fidelidad a la tradición. Pero, si la idea es también encontrar lugares que recogen el diálogo -otros dirán, fusión- de la cocina italiana con el mundo, incluimos además dos interesantes propuestas: una que refleja la cocina italo-americana (Emilia Grace) y otro con bases italianas y toques de autor, como Ostería Romeo.
Estos son nuestros recomendados
Don Ignazio
Platos del restaurante Don Ignazio. Foto:Cortesía Don Ignazio
Es de los restaurantes de apertura reciente en Bogotá, sin embargo las bases de su cocina tienen antecedentes en la Casa della Pasta, en Cartagena, donde comenzó a forjarse lo que hoy es una cadena de restaurantes cuya cocina está a cargo del italiano Ignazio Culicchia.
El chef comparte la preocupación de muchos cocineros italianos en el mundo, de preservar las raíces, debido a lo mucho que puede deformarse un platillo cuando sale de su territorio original. Así que ve su cocina, como una forma de enseñar su cultura.
Después de la Casa della Pasta, abrió Don Ignazio, marca que ahora tiene sedes en Cartagena, Barranquilla y Bogotá. Todas con una carta base y unos cuantos platos diferenciales que se acomodan más al clima de cada una de estas ciudades colombianas.
Tiene antipasti, pastas muy clásicas, pero de excelente elaboración. También busca que por más clásico que sea lo que sirve, tenga cierto giro en la presentación o servicio para darle un toque adicional de sorpresa.
Estricto en las técnicas de cocción y fiel en los sabores, en el menú de Don Ignazio se destacan el polpete de la nonna (albóndigas en salsa pomodoro) hasta pollo campesino aromatizado, asado al carbón. Entre las pastas, para quienes quieren salir de la carbonara, están la de salmón o la pasta a la zozona. “Esta significa pasta sucia —dice Culicchia—, simplemente porque tiene bastantes ingredientes”. Lleva chorizo italiano, tocineta, tomate cherry, queso pecorino romano y cachete de cerdo.
La burrata al horno es uno de los clásicos de La Divina Comedia. Foto:Juan Diego Buitrago. Archivo EL TIEMPO
Este restaurante, fundado por Sergio Martin cumplió ya 15 años. A estas alturas, ya es un clásico italiano, con todo y certificaciones de originalidad provenientes del país cuya cocina evoca. El lugar es de esos guardianes de los sabores verdaderos del sabor italiano. Actualmente tiene tres sedes: la original, de la calle 71; una abierta hace cinco meses, en la 116, y otra en Armenia.
“Las tres tienen la misma carta. Todo, igual”, resume el chef. El menú de La Divina Comedia es extenso, su lista de recetas supera las 100 preparaciones. Entre pastas largas, carnes, antipastos, postres y especialidades del chef.
“Es un paseo muy grande de la gastronomía italiana -dice Martin-. Todos los productos son hechos por nosotros: embutidos, pastas, postres, el helado, el pan. Y el queso, aunque lo hago yo, era de una fábrica de quesos que tuve y que vendí, pero me sigue enviando el que necesito todos los días”.
El chef cuenta que desde el comienzo tuvo en mente hacer una propuesta italiana de tradición. Comenzó con los platos que eran para él más cercanos, porque aprendió a cocinar en la zona de Emilia Romagna, porque allí comenzó su experiencia como cocinero. Pero el menú fue creciendo, evolucionó hasta abarcar toda Italia.
Entre los platos más famosos de su carta, el chef señala el risotto rossonero ($ 60.000), que lleva frutos de mar en dos texturas, con pomodoro y tinta de calamar; el osobucco de ternera en salsa de vino tinto ( $ 55.000); la tortellata especial, para dos personas, que es una degustación de las pastas rellenas de la casa, con sus respectivas salsas de preparación. Otro más sería el spaghetti al cartoccio con champiñones, jamón, camarones y curry. Pero hay una burrata al forno, de $ 41.000, que es inolvidable.
A lo largo de su trayectoria, ha obtenido dos premios premios otorgados por el Gobierno Italiano: Ospitalitá Italiana y Excellenze Italiane.
LA DIVINA COMEDIA
Sede: Calle 71 # 5-83
Reservas : 3176987
Cel. 3182336116
Sede Calle 116 # 15-71
Reservas : Cel. 3102555580
Armenia: Km 7 Via El Caimo - La Tebaida
500 mts antes de la glorieta del club campestre. Iraka Mall
18 Scalini
Spaghetti al nero di sepia, de 18 Scalini. Foto:Cortesía 18 Scalini
En una casa de Quinta Camacho -cuyo segundo piso tiene un espacio para el horno de pizza- la pareja conformada por Giuliana Zito y Luca Rojati- abrió en el 2015 un restaurante dedicado a la tradición italiana. El nombre del lugar fue 18 Scalini, conmemorando los años de matrimonio de la pareja entonces.
“Empezamos como una pareja italiana que llegó a Colombia después de vivir en Italia más de 20 años -dice Giuliana-. Traíamos nuestro amor por la cocina. De hecho, nuestro lema es “amore gastronomico”, porque la comida nos ha unido desde el día en que nos conocimos. Luca sigue siendo el chef, y yo sigo metiéndome en comentar las recetas; estoy encargada de las mesas, atenta a los clientes, y también de los vinos. Soy sommelier”.
A lo largo de estos ocho años, Giuliana ha hecho catas de vinos allí, mientras que el chef mantiene la cocina en constante innovación. Por ejemplo, a partir de la pandemia, lanzaron una línea de congelados (pizzas, lasagnas, canelones) y aún mantienen el menú precocido para llevar a casa que solo necesita 15 minutos de cocción.
En tiempos recientes han incorporado platos como los spaghetti al nero. “Estos llevan tinta de calamar, aquí los hacemos con frutos de mar”, explica Giuliana.
El menú se apega a la tradición. “No cambiamos ningún ingrediente, así el cliente nos lo pida”, recalca la fundadora y sommelier. Y dice que la tradición los distingue desde el primer día.
Entre los platos que causan sensación está la pasta que se termina dentro de una gigante rueda de queso. “Esa pasta al flambé -dice Giuliana- sigue siendo uno de nuestros platos estrella. Se flambea en vodka. Allí se termina la preparación, pueden ir con champiñones o tocino o los dos, como prefiera el cliente. Es un plato lindo que además de tener espectáculo en la mesa, gusta muchísimo”.
Otra de sus fortalezas es la oferta de pizza hecha en horno de leña. En últimas fechas, añade, han empezado a sacar una línea de platos más saludables. Por eso lograron, además de sus certificaciones de calidad italiana (Ospitalitá Italiana y Excellenze Italiane), algunos de sus platos tienen la de Health Chef: estos son el pollo a las finas hierbas, el orzotto de cebada perlada,una pizza mediterránea con verduras, completamente vegetariana y una burrata elaborada a base de verduras”.
Romeo
Este es un italiano contemporáneo. Así lo describen sus cocineros, algunos de ellos alumnos del famoso chef peruano Rafael Osterling. Cabe recordar que en Perú, además de la influencia asiática, hay también una fuerte influencia de Italia, y que el chef Osterling se ha distinguido por hacer una cocina de autor.
Ya en sociedad con Takami, Osterling diseñó este lugar, que sería como su visión de la cocina italiana. Así que no hay que buscar una pureza en la tradición, pero sí lo que resulta del feliz encuentro entre sabores y técnicas italianas y algunos giros dados por un chef de reconocida creatividad.
Romeo tiene un horno de pizzas frescas, entre estas la más solicitada es la splendida ($ 45.000), que combina con mortadela, straciatella, pesto de tomate confitado, pistacho y jalapeño. Otros platillos recomendados son la bruschetta de sardinas, sus alcachofas fritas. Pero hay un inolvidable carpaccio de atún, en el que se combina sorprendentemente con foie gras. Las pastas no se quedan atrás, hay una con ragú de cordero, imperdible.
Avenida Calle 85 #12-90.
San Giorgio Trattoria
Platos de San Giorgio Trattoria. Foto:Cortesía San Giorgio
Este es otro clásico. Fundado hace 29 años por una pareja de esposos originarios de San Giorgio Lucano, municipio del sur de Italia, su propuesta ha sido siempre ofrecerle al público la gastronomía de esa zona, con una mayoría de productos elaborados en casa.
Se perciben las recetas de las abuelas y las tradiciones italianas. Entre sus platos más exitosos están el ossobuco de ternera, acompañado con risotto o tallarines o tagliatelle, y el spaghetti mari& monti con langostinos salteados en vino blanco, champiñones, crema y perejil. Otro de sus hits es la ternera apanada -cotoletta milanese-, cubierta de rúcula y tomate fresco.
La carta de vinos es 80 por ciento de ese país y saben recomendarlo para que el público pruebe sus maridajes.
Además, tienen una oferta de pizza y panes de masa madre hechos por ellos. Y son famosos porque además, tienen una heladería, una gelateria con sabores típicos italianos al lado.
Calle 81 n° 8-81.
Emilia Grace
Las pastas son una fortaleza del restaurante Emilia Grace, en Bogotá. Foto:Claudia Rubio / EL TIEMPO
Este restaurante representa la evolución del antiguo Emilia Romagna. Su antecesor se centraba en la comida de la región italiana que indicaba su nombre. Emilia Romaña duró diez años en la Zona G y cerró sus puertas por temas de arriendo. Sus fundadores se mudaron unas pocas cuadras hacia el sur y aprovecharon la mudanza para abrir Emilia Grace, pero el cambio no fue solo de lugar.
Han pasado seis años desde el nacimiento de Emilia Grace, que retomó parte de la experiencia italiana que ya tenía el Grupo Gordo, pero dio un giro hacia los sabores italoamericanos, esos que surgieron gracias a la inmigración italiana en Estados Unidos.
“Si te fijas, algunos restaurantes ‘italianos’, en Colombia, casi serían italo-colombianos -explica el chef Daniel Castaño-, porque las recetas terminan por adaptarse al mercado local. Nosotros escogimos platos típicos de la comida italoamericana, como el pollo a la parmigiana (chicken parm), que es como una milanesa de pollo servida con pasta y tomate”.
Uno de los platos estrella es la pancetta: 300 gramos de panza de cerdo en cocción de 12 horas, con hinojo y miel. Entre los platos italoamericanos emblemáticos está el spaghetti & meatballs ($ 39.900), con salsa de tomate roja, elaborada con los tomates cultivados por ellos mismos.
“Cultivamos muchos de nuestros insumos -agrega el chef-, tenemos nuestra propia albahaca. También hacemos nuestra pasta en casa. Tenemos la máquina para hacer no solo la pasta larga (fetuccini y parpadelle) sino también pastas como spaghetti, rigatoni, orechiette y penne.
Emilia Grace
Cl. 65 No. 4A-51
Más restaurantes recomendados de EL TIEMPO
En sus columnas recientes, Sancho, crítico gastronómico de EL TIEMPO, desetacó también otras grandes propuestas italianas en Bogotá y sus alrededores.
Agnolotti, plato del restaurante Veccina. Foto:Cortesía Takami
Veccina: Ubicado en la zona de la 85. Es del mismo grupo -Takami- de Romeo, pero es más cercano a la tradición italiana. En su columna 'Multiplicar el gozo', Sancho destacó una de sus ensaladas que llevaba dátiles, carambolo, nueces y queso grana padano. Además, recomendo las gambas a la leña y los cappelleti de crema de maíz y mascarpone, entre otros.
Avenida Calle 85 # 12-61.
Da Domenico. Este lugar se ubica en La Calera, cerca de Bogotá. En su columna 'Una trattoría escondida', Sancho habló de la calidad de las salsas del lugar, entre estas la puttanesca, aunque con adaptación local, del lugar. Recomendó también el ossobuco de ternera y la milanesa.
Carulla. Alto de Patios. La Calera km 7.
Semolina. En la columna Un italiano en la 90, Sancho destacó su "amplísima carta" que abarca milanesas, pizzas, burratas, carpaccios y pasta. Además habló de la lasagna bolognesa y los cappelleti de remolacha rellenos de queso de cabra.
Semolina
Calle 90 No. 11 – 13
Tel: 313-8130796
Di Lucca. Este es otro clásico de Italia en Bogotá. Actualmente tiene tres sedes: una en la calle 85, otra en Salitre y una más en Chía. Su carta es amplia y cubre todos los clásicos en diferentes recetas: carpaccios (desde uno de salmón hasta el de vegetales), pasando por ensaladas, antipastos, milanesas y sopas. Tiene desde deditos de mozzarrella hasta burrata con tomate y salsa pesto.
Amarti. Este restaurante del Grupo Zona K, también pertenece al grupo de los restaurantes de tradición con cartas abundantes en preparaciones. Tiene un capítulo para preparaciones al horno de leña (pollo al ladrillo, lomo, chuletón y varios cortes de carne), además de casi una veintena de pizzas, diez risottos distintos y más.