El concepto despista. Por un lado, gracias a que en su menú ofrecen algunos clásicos ses –esto sumado a sus ‘estilachudas’ instalaciones–, parecería que estamos frente a una especie de bistró.
Por otro lado, por cuenta de que en su carta hay una robusta oferta de sánduches –además de que en los delantales de los meseros dice: ‘Sandwich et frites’ (sánduches y papas fritas)–, parecería que se trata de un local especializado en emparedados. Pero ni es lo uno ni lo otro. Es, en realidad, ambas cosas.
Una mezcla curiosa que no alcanza a ser un bistró en su más pura definición, ni mucho menos una sanduchería en su presentación. Es, digamos, un restaurante casual contemporáneo que pasa del steak tartare al bocadillo de jamón serrano. Un establecimiento que, por encima de todo, está muy rico, precisamente por lo cual le dedico estas líneas.
En referencia al bistró, Merci tiene unas bien logradas moules et frites (mejillones con papas a la sa); un correcto Filet Mignon (lomo envuelto con tocineta); unos gustosos fetuccini con hongos y aceite de trufa; y un recomendado Steak Bernaise, cuya salsa (mantequilla, huevo, estragón y chalotas), tan difícil de lograr, aquí aterriza más que correcta.
Hay una entrada sabrosísima: unos emparedados de camarones salteados en mantequilla abrazados por un pan brioche casero
También hay sopas de buen nivel: la clásica sa de cebolla, la de puerro y papa, la de ahuyama y queso de cabra. Y ensaladas bien puestas. Importante destacar sus crocantes papas a la sa que acompañan con salsas caseras como la mayonesa balsámica; el alioli de romero; o la mayonesa de cilantro.
En cuanto a los sánduches, en lo que son unos verdaderos artistas –con panes de masa madre y quesos y jamones importados–, recomiendo 4 de la oferta de 12 que tiene la carta (aún me falta probar la mitad): el de prosciutto y peras; el porky belly (panceta crocante); el de queso de cabra con champiñones y el crispy chicken (pollo apanado). En esa misma onda, hay una entrada sabrosísima: unos emparedados de camarones salteados en mantequilla abrazados por un pan brioche casero. ¡Ojo a otra entrada: Mac and cheese trufado (macarrones y queso)! La mejor noticia es que todos sus sánduches y sopas los venden a domicilio; y llegan muy bien.
El local, como ya lo dije, está muy bien montado: tiene una terraza que da a la calle y un salón amplio, luminoso, lleno de matas, coronado por una barra muy placentera. De hecho, hay una notable coctelería de autor –con gulupa, albahaca, flor de Jamaica, eucalipto– que, junto con la música, les da mucho brillo a las noches que resultan muy agradables.
Merci, que quiere decir gracias en francés, que no es bistró ni sanduchería, sino ambas, que está en la ‘pepa’ de Quinta Camacho, que cobra precios reales y que los fines de semana ofrece un buen brunch, tiene buena onda y, lo más importante, sirve comida muy gustosa. ¡Recomendado!
Merci. Calle 70A n.º 9-04 (Bogotá). Teléfono: 3013133967
MAURICIO SILVA GUZMÁN
EDITOR DE BOCAS
@msilvaazul