¿Cuánto vale realmente una almojábana?

No es la primera vez que alguien llama la atención por los precios de ciertos bocados en los diferentes establecimientos del Aeropuerto El Dorado, de Bogotá. Pero la discusión de estos días gira en torno a un trino, en el que un de Twitter compartió la fotografía de cuatro almojábanas en la vitrina de uno de los establecimientos del aeropuerto.

Cada pequeño amasijo tenía un valor unitario de 12.00 pesos, lo que generó comentarios del público. Algunos empezaron a contar su propia experiencia con otros productos: "Me cobraron 8.000 por un Alpin de chocolate en el aeropuerto de Medellín", dijo alguno. 

Pero, ¿realmente cuál es el precio en el mercado de una almojábana? Un simple vistazo a diferentes ofertas reconocidas permite ver la gran diferencia: Mientras en una cadena de panadería como Hornitos, este amasijo se vende por 2.500 pesos, en Panpayá está a 2.800. 

Con 12 mil pesos, en Hornitos, se puede comprar, por ejemplo, un combo santafereño de desayuno que trae la almojábana como complemento de una taza de chocolate, una porción de queso campesino, un pan blandito y una porción de mantequilla. 

En otro establecimiento, como la Panadería Mundial, un combo parecido, pero con tamal, se consigue por ese precio.

Este amasijo tradicional, cuyo nombre nos recuerda que es una herencia árabe llegada a través de la colonización española, se hace por lo común con diferentes quesos. Y una harina que puede ser de máiz -en el caso más común- o de almidondes de maíz y yuca y algo líquido que pueda humectarla. "Pero a veces el solo queso ayuda -dice Robert Maldonado, pastelero e investigador de amasijos colombianos-. El origen de la palabra almojábana es árabe. Significa: La que tiene queso".

Para un colombiano puede estar asociada al desayuno o a las onces, acompañando al chocolate en taza o a la aguaa. Se consume a cualquier hora del día y con cualquiera de los acompañamientos mencionados es un bocado obligado para quienes visitan el país, sobre todo la capital y la región central. "Es parte de la oferta del sector turístico de La Candelaria, por ejemplo", dice Maldonado, quien hace un par de años diseñó una ruta de amasijos en Bogotá.

Como es de esperarse, hay almojábanas famosas  y poblaciones o incluso zonas de la ciudad (como Soacha) que se precian de hacerlas de tal calidad que la gente corre a buscarlas. Arcabuco, en Boyacá, es uno de estos lugares. "Es conocido porque tiene una oferta de almojábanas al por mayor", ha creado una industria en torno a este amasijo. Cuenta que muchas de las que se consumen incluso en Bogotá las traen de allá en camiones a diario. 

El costo de preparar una almojábana de 80 gramos -contando solo los ingredientes- podría estar entre los 1.100 a 1.800 pesos. "La variación depende del queso que se esté usando", dice. A esto habría que sumarle otros costos (mano de obra, arriendos de local, energía) para llegar al precio final, que como se ha dicho, en panaderías no supera los 3.000 pesos.

REDACCIÓN DE CULTURA

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