El otro día fui con amigos a un restaurante. Nos encantó la comida. Le dijimos al mesero que felicitara al chef. Grata sorpresa fue para todos cuando salió de la cocina una mujer. Es curioso cómo en el imaginario se asume que es un hombre.
¿Cuántas cocineras/chefs mujeres hay en Colombia? Es una cifra imposible de calcular. Empezando por las madres, las abuelas y las portadoras de tradición de los sabores y del ADN culinario del país. Aproximadamente entre un 40 y 45 por ciento de los egresados de las escuelas de gastronomía son mujeres.
Entonces, si hay personas, el conocimiento, el talento y la experiencia, ¿por qué razón sigue siendo tan poco representativo el número de mujeres protagonistas en la escena mediática gastronómica? Por supuesto que en los restaurantes sí trabajan, algunas ejerciendo roles estereotípicos. Tienen además que ser fuertes y con temple para soportar, en muchos casos, acoso, malos tratos y discriminación, pero ese es otro importante tema del que volveremos a hablar. Lo cierto es que permanentemente hacen congresos, festivales, eventos y cenas de cocineros y no deja de llamar mi atención lo masculinos que siguen siendo estos encuentros.
Ingenuamente, pensé que se había avanzado en la brecha de género, ya que cada vez hay más movimientos y leyes que buscan la igualdad. Lamentablemente esto no es lo que sucede en lo laboral ni en la comunicación del sector gastronómico.
La mujer inventó la cocina. Insisto: ¿en qué momento se volvió este un mundo tan masculino y machista? Si la cocina ha sido por siglos el escenario natural del poder femenino.
Lo paradójico es que se dice que la primera sopa de la humanidad, en tiempos prehistóricos, fue creación femenina. No hay nada más reconfortante y consentidor que una sopa y nació de las manos de una mujer. La mujer inventó la cocina. Insisto: ¿en qué momento se volvió este un mundo tan masculino y machista? Si la cocina ha sido por siglos el escenario natural del poder femenino, ¿por qué el reconocimiento y supremacía de la cocina contemporánea son acaparados por los hombres? Leí esta frase de una vasca luchadora de la gastronomía y de la igualdad: “Las mujeres cocinan para dar de comer a la gente y ellos para el éxito”. Me encantó. Sin ir muy lejos, las famosas listas de premios a los mejores restaurantes siguen siendo dominadas por hombres.
No es la primera vez que escribo sobre esto, no pararé de hacerlo. Los medios, el periodismo y la opinión debemos hablarlo con más vehemencia. Hay que conversar, informar y dar visibilidad a todos los temas que conciernen al sector, incluidos los que incomodan. Es nuestra función y responsabilidad. Curiosamente he notado que cada vez es mayor el número de mujeres escribiendo y relatando sobre gastronomía. Hago a todos los comunicadores una invitación para que seamos la voz de todas aquellas que desde el anonimato trabajan incansablemente y merecen reconocimiento y prestigio. Mujeres, madres, esposas, empresarias y cocineras que con talento, tenacidad y sazón se están abriendo un camino y un nombre en este sector que el patriarcado se ha venido adueñando, pero que a nosotras por lógica también nos pertenece. Buen provecho.
MARGARITA BERNAL
Para EL TIEMPO
En instagram: @MargaritaBernal