En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Análisis
Es García Márquez, es Netflix / columna 'El otro lado', de Ómar Rincón
El crítico opina que la serie "es para no lectores de García Márquez, por eso, es un éxito".
Omar Rincon, El otro lado' Foto: César Sánchez Carreño
El hecho televisivo del año es la serie 'Cien años de soledad', de Netflix. Y todo gracias al genio de García Márquez y el marketing de Netflix.
1. El éxito: el aura García Márquez.
Un éxito como todo lo que toca la magia de García Márquez. Todo lo que se asocia a él seduce, ilumina, alegra, imagina, maravilla. La serie ya trae su aura y con eso basta.
La serie es un fenómeno en los que no lo han leído. Y con eso cumplirá un gran papel. Tanto que los llevará a leer la obra. Los televidentes dirán si se ve mágica en la tele, mucho más será en el libro.
Una historia en modo “no colombiche”. El modo de contar, lo que se cuenta y como se cuenta está hecha para público no colombiano, busca seducir a los que imaginan a Colombia como tierra mágica en todo (¡aunque parece que solo ha sido exitosa en Colombia!).
Netflix y los herederos de GGM serán felices. Habrá mucho éxito capitalista: billete.
Marleyda Soto como Úrsula Iguarán en 'Cien Años de Soledad' Foto:Mauro González / Netflix
2. La desazón: en lo televisivo no es tan maravillosa, una superproducción desabrida.
Una superproducción: se le nota el oro en el arte, el pueblo armado, la tecnología, el despliegue de gente y marketing. Un espectáculo de producción.
Las actuaciones son desabridas. Solo Úrsula se salva. José Arcadio es patético, no emociona ni transmite. Todo teatral, acartonado, sin vida. Nos preguntamos, ¿por qué hablan así? ¿Ese es el caribe ancestral?
De poética estética poco. Convertir las historias de García Márquez en imágenes diluye el poder de las imaginaciones que propone cada situación de la obra. Lo que hicieron fue como ilustrar sin jugar a explorar las estéticas de lo mágico. Todo lo maravilloso escritural se aplana en la visualidad de la serie. La edición es rara. Exceso de planos secuencia, muchos vacíos que rompen el ritmo, todo fluye al tranconazo.
Marco Antonio González y Susana Morales en 'Cien Años de Soledad'. Foto:Pablo Arellano / Netflix
El narrador lo dice todo. Las imágenes solo ilustran, para significar el narrador nos dice lo que hay que ver y sentir.
Podría ser un audiolibro: las imágenes terminan acompañando.
Es una serie Netflix. Televisión con baja poética para ganar masividad. Por eso en lo audiovisual es poco sublime, nada de realismo mágico, ausencia de lo maravilloso. Y que haya poco de exploración estética es la clave de su éxito: llega a todos.
3. Lo aburrido: los gabólogos.
El peor drama de la serie es haber despertado a la corte o jauria de la justicia gabiana. Los gabólogos opinan en X, en medios, en los cafés. Se les ve la adrenalina feliz de sentar cátedra y de decir la verdad gabiana.
Los gabólogos están enardecidos, saben más que García Márquez, le dicen Gabo o Gabito, y han visto en la serie todos los defectos ya que ellos tienen “el canon” de lo garciamarquiano. Y la serie es pecadora.
Final feliz: La serie es televisión, es Netflix, es para no lectores de García Márquez, por eso, es un éxito.