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Denuncia contra el congresista Hernando Guida: nunca le habría pagado salud ni pensión a su empleada doméstica

Ella tiene 50 años y nunca cotizó pensión. Se retiró sin recibir liquidación ni lo que por ley le correspondía.

Hay un proceso legal contra el servidor público. 'Nunca fui su jefe', responde.

Yolfina Ruiz Díaz nunca imaginó que tras 20 años de servicio como empleada doméstica terminaría su labor con las manos vacías. “Salí sin un peso”, dice con tristeza y frustración. Foto: Archivo particular

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Roger Urieles

26.05.2025 14:19 Actualizado: 27.05.2025 08:56

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Yolfina Ruiz Díaz nunca imaginó que tras 20 años de servicio como empleada doméstica terminaría su labor con las manos vacías. “Salí sin un peso”, dice con tristeza y frustración.

La mujer, de 50 años, comenzó a trabajar para la familia del hoy congresista magdalenense Hernando Guida Ponce en el año 2005.

El día que me fui, me dieron 100 mil pesos y me dijeron ‘esto es la liquidación’. Después de eso, no me volvieron a contestar un mensaje ni una llamada

Tenía 30 años y una hija en camino. A pesar de las dificultades, permaneció leal, comprometida y dispuesta durante dos décadas, incluso cuando su salud o las condiciones laborales se tornaban difíciles.

“Yo hacía de todo: cocinaba, lavaba, planchaba, barría… Estuve con ellos hasta embarazada. Siempre con la mejor disposición”, recuerda Yolfina.

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Nunca le pagaron prestaciones sociales

congresista Hernando Guida Foto:Archivo particular

Hasta su último año de trabajo recibía un salario mensual de 800 mil pesos, pero sin ninguna afiliación a salud, pensión o ARL.

“Este año apenas me dieron 900 los dos meses que trabajé. Nunca me reconocieron seguridad social”, denuncia.

Lo más indignante para esta mujer no fue la sobrecarga laboral ni el bajo salario, sino la manera en que salió del lugar que consideró su segundo hogar.

“El día que me fui, me dieron 100 mil pesos y me dijeron ‘esto es la liquidación’. Después de eso, no me volvieron a contestar un mensaje ni una llamada. Me cerraron las puertas como si no hubiera hecho parte de sus vidas”, cuenta.

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El empleador, además de empresario, es congresista de la República. “Él sabe mejor que nadie lo que dice la ley. En el Congreso se debaten normas para proteger a los trabajadores, pero a mí nunca me respetaron mis derechos. No cotizaron por mí, no tengo pensión, no tengo nada”, expresa.

Congresista no asistió a conciliar

Yolfina acudió a la Defensoría del Pueblo y a la oficina de Trabajo, asesorada por conocidos que la motivaron a exigir lo justo.

El tema económico fue muy injusto. No me quejé en su momento por necesidad y por cariño, pero ahora necesito mi pensión y mi liquidación. No estoy mendigando, estoy reclamando lo que por ley me corresponde

Ante las autoridades, la mujer inició un proceso de conciliación, esperando que Guida o su representante legal asistieran a una audiencia. Sin embargo, no se presentó a ninguna de las citaciones.

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“Lo que quiero es que se ponga la mano en el corazón. No busco problemas, solo quiero que me reconozcan lo que me gané durante tantos años”, dice la mujer, quien ahora tiene bajo su responsabilidad a un nieto huérfano y una hija menor de edad.

“Con lo poco que ganaba logré sacar a mis hijos adelante, pero ahora no tengo cómo sostenerme”.

El congresista responde: 'Nunca fui su jefe'

Senado revivió la reforma laboral y hundió la consulta del Gobierno — Senado revivió la reforma laboral. Foto:

El congresista Hernando Guida en respuesta a EL TIEMPO aseguró que sí conoce de estas denuncias y que las prestaciones de la trabajadora están liquidadas y en un juzgado laboral.

No obstante señaló: “Nunca fui su jefe”. Al solicitarle constancia de dichos pagos, el congresista magdalenense dijo que a través de su abogado las haría llegar el día martes.

Yolfina asegura que no guarda rencor. “No tengo queja del trato humano que recibí, pero el tema económico fue muy injusto. No me quejé en su momento por necesidad y por cariño, pero ahora necesito mi pensión y mi liquidación. No estoy mendigando, estoy reclamando lo que por ley me corresponde”.

Actualmente, su caso está en manos de un abogado que busca calcular el valor exacto que deberían pagarle por cesantías, intereses, primas, vacaciones, indemnización por despido y aportes a la seguridad social no realizados. Ella no sabe con certeza cuánto podría ser, pero espera que la justicia laboral le dé la razón.

“Yo no tengo tres comidas al día como ellos. Yo me rebusco. Ellos saben todo lo que yo hice por esa casa. Solo quiero que me paguen lo justo”, concluye.