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Crisis migratoria en Necoclí provocó el colapso de los servicios públicos
Este año han transitado unas 33 mil personas provenientes de Haití, Cuba, Chile, Senegal y Ghana.
La crisis migratoria en Necoclí, Antioquia, parece no tener una pronta solución.
Entre 7.000 y 10.000 migrantes —según las cifras que manejan la alcaldía local y Migración— están varados en este municipio del Urabá antioqueño, situación que tiene en alerta máxima a las autoridades por una posible crisis sanitaria y posibles brotes de covid-19.
Pero, por ahora, más allá de las alertas, no se han tomado decisiones de fondo que permitan solucionar la actual crisis, así como las que vengan en el futuro.
Según Migración, cada día unos 800 extranjeros llegan al municipio, por lo que hay un flujo constante. Además, ya se han presentado crisis por varados, pero no de esta magnitud.
Por ello, recalca la necesidad de buscar una solución para que continúen su tránsito hacia Chocó y evitar que se sigan represando.
Nos tocó acudir a esta herramienta jurídica, dado que hoy estamos viviendo la peor crisis en la historia del municipio de Necoclí con el tema migratorio
Esta situación llevó a la istración local a elevar una voz de auxilio a los gobiernos departamental y nacional, así como a decretar la calamidad pública.
Además, se solicitó que haya un puesto permanente de Migración en el municipio, ya que es un paso obligado para miles de migrantes africanos y asiáticos, en su mayoría, que buscan llegar a Panamá para posteriormente continuar su camino hacia Estados Unidos.
“Nos tocó acudir a esta herramienta jurídica, dado que hoy estamos viviendo la peor crisis en la historia del municipio de Necoclí con el tema migratorio. Más de 10.000 migrantes hoy en nuestros territorios represados, esperando que se les venda un tiquete para viajar a las costas del Chocó, coger Centroamérica y llegar a Estados Unidos”, explicó el alcalde Jorge Augusto Tobón.
Y es que esta empresa es la que habitualmente transporta a turistas y empresarios hacia el Chocó, pues muchos compran sus productos en el Urabá antioqueño para comercializarlos en suelo chocoano.
Según el mandatario local, no hay forma de solucionar lo de los tiquetes, además de que ahora no hay una sola habitación disponible en Necoclí, donde viven unas 60.000 personas. En el casco urbano son 20.000, y con los extranjeros la cifra asciende a unos 30.000.
Los migrantes varados esperan soluciones para llegar hacia el Tapón del Darién y luego a la frontera con Panamá. Foto:Cortesía alcaldía de Necoclí
Los extranjeros están en las calles del municipio, en los parques y en la playa. Incluso hay personas que están arrendando habitaciones en sus casas. Pero esta no es la única preocupación de las autoridades y de los habitantes del municipio.
El costo de los alimentos se está incrementando y se teme que en un par de días haya escasez.
“Tememos una emergencia sanitaria, han colapsado los servicios públicos, acueducto y alcantarillado, el sistema en salud, abastecimiento de alimentos no hay. Usted va al supermercado y ya no está consiguiendo comida. Ya la moneda que se está manejando en Necoclí es el dólar, por todas partes”, detalló el alcalde Tobón.
El mandatario local también explicó que si Migración Colombia instala en el municipio un puesto permanente, esto haría que tramiten directamente con estas personas su paso hacia Panamá.
“Necesitamos que les den un salvoconducto porque hoy están expuestos a que los coyotes los trasladen, los transporten, y es ahí donde han ocurrido muchos accidentes, muchos ahogados, porque están por fuera de la legalidad”.
Los migrantes varados esperan soluciones para llegar hacia el Tapón del Darién y luego a la frontera con Panamá. Foto:Cortesía alcaldía de Necoclí
En lo corrido del año han transitado unas 33.000 personas provenientes de Haití, Cuba, Chile, Senegal y Ghana, entre otros países, por este corredor.
De hecho, es muy común transitar por las calles de Necoclí y encontrarse con africanos y asiáticos.
Según la Defensoría del Pueblo, además, las condiciones climáticas durante los últimos 10 días han impedido la salida de lanchas, lo que agravó la crisis.
Durante el primer semestre de 2021, la Defensoría del Pueblo ha realizado cinco misiones de observación en zonas de fronteras y ha participado en espacios interinstitucionales, según el ente, para que se atienda y se garanticen los derechos de la población migrante y refugiada con vocación de tránsito.