Buenaventura ha atravesado semanas de incertidumbre, detonaciones y muertes en sus calles. Las ráfagas han provocado desvelos.
El cruce de videos a fines de junio y comienzos de julio, en los que encapuchados se lanzaban amenazas de una a otra banda, aumentaron las tensiones.
El martes 18 de julio apareció una luz ante la instalación del Espacio de Conversación Sociojurídica para la Paz Urbana, pero el proceso no será sencillo.
El Alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda, dijo que se dispondrá de espacios diferenciados: Uno de interlocución con quienes están privados de la libertad, otro con voceros que viven en el municipio y uno con ciudadanía.
El 18 de septiembre de 2022, las bandas 'Los Shotas' y 'Espartanos', delante del obispo de la ciudad puerto, decidieron empezar un proceso para frenar los días de crímenes, extorsiones y delincuencia.
Fue algo que permitió pasar más de 80 días sin homicidios, pero empezaron diferencias y presiones en medio de un laboratorio de paz planteado por el Gobierno.
En el transcurso de este año se ha afrontado una situación de incertidumbre dada la ruptura en la tregua. El 25 de abril se regresó a un punto de partida, pero reaparecieron las violencias.
A fines de junio circularon videos con amenazas. En uno de ellos, un encapuchado aparecía rodeado de billetes y señalaba como objetivo a un hombre al que identificó con un alias y extendió la intimidación a sus ayudantes.
En ese mensaje dijo que hablaba a nombre del 'cartel de Jalisco', aunque entre autoridades sería de una de las bandas de la ciudad.
En otro video aparecía la respuesta de otro encapuchado a nombre de contrincantes.
Las bandas en conflicto surgieron de 'La Empresa' y 'La Local', que se crearon en los años 90 para defenderse de extorsiones, pero se fueron asociando a paramilitares, a 'Urabeños' y luego a 'Clan del Golfo' tras los negocios de drogas, armas y minería.
Autoridades han ofrecido recompensas y dicen que no hay claridad sobre las fechas ni la autoría de esos videos. Pero empezaron a darse algunas muertes. Volvieron noches de detonaciones.
El 12 de julio, el arzobispo de Cali y los obispos de Palmira, Cartago, Buga y Buenaventura llamaron a cesar la violencia y pidieron el respeto por la vida no como un asunto religioso ni caprichoso de Iglesia, sino como derecho fundamental.
Ninguna muerte tiene justificación: ni la de violencia intrafamiliar en Tuluá; ni las de luchas territoriales en Buenaventura; o por narcóticos, como en Jamundí; o las del centenar de muertes en Cali
"Ninguna muerte tiene justificación: ni la que brota de la violencia intrafamiliar, por ejemplo, lo acaecido en Tuluá hace pocos días; ni las que se dan por luchas territoriales, como en Buenaventura; o por controlar las rutas de la distribución de narcóticos, como en Jamundí", dicen en comunicado los líderes de la iglesia católica.
"O las que puedan estar detrás del centenar de muertes en este semestre en Cali y en todo el departamento, bajo la denominación de rendición de cuentas", agregan.
También llamaron a las autoridades civiles, para que, en los planes de acción social, con el Gobierno Nacional, "hagan posible que se cumplan los acuerdos firmados con líderes y grupos sociales en orden a garantizar la superación de las causas que están llevando a este espiral de violencia".
Monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, obispo de Buenaventura, señaló que se tiene referencia de Buenaventura, pero advirtió que en el país en general hay muchas dificultades.
Jaramillo destacó la instalación de una mesa pública sociojurídica en la que representantes de los grupos armados dialoguen con el Estado y otros actores de la sociedad en busca de salidas.
El alcalde Víctor Vidal pidió un cese de los enfrentamientos de 'Shotas' y 'Espartanos'.
El senador del Polo, Alexander López, dijo que "en Buenaventura avanzamos hacia la construcción de la paz urbana. En presencia de de la comunidad, representantes de sectores sociales y económicos del municipio, víctimas, acompañantes internacionales, Comisionado de Paz y medios de comunicación, se ha instalado el Espacio de Conversación Sociojurídica para la Paz Urbana".
Señaló que "este espacio nos brinda la oportunidad de dialogar, escuchar y trabajar juntos, como un compromiso colectivo en la búsqueda de soluciones para la paz en el territorio".
Leonard Rentería, líder en la ciudad, dijo que la voluntad del Gobierno del Presidente
y la Vicepresidenta llevó a que se iniciara la mesa sociojurídica para empezar a consolidar el laboratorio de paz en Buenaventura".
Anotó que "lo valioso de esto es que se le apueste a la posibilidad de paz, cosa que antes el territorio no había vivido en el caso de bandas criminales, no nos conformamos con la violencia y se abre un camino a la paz, los otros venían a validar la violencia y a los violentos. Mucho por fortalecer y caminar pero cuando se empieza a caminar es más fácil resolver las cosas en el camino".
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