La adversidad le ha jugado más de una vez en contra a Alexis Viera y lo dejó a las puertas de la muerte. Pero el deportista, quien se declara el uruguayo más colombiano, jamás piensa en perder.
Además de dos tiros en el atraco en el umbral de su casa en Cali que lo dejaron al borde de no caminar, ha sufrido derrotas o lesiones como arquero internacional de fútbol y ahora una infección, bajo el riesgo y paranoia del covid-19. La prueba descartó ese virus.
Se sostiene hace casi cinco años como ejemplo de perseverancia ante el diagnóstico de solo el uno por ciento de volver a caminar tras recibir un tiro que cruzó los dos lóbulos del pulmón izquierdo y otro en la vértebra torácica T8.
Fue el 25 de agosto de 2015 cuando Alexis llegaba con su esposa, Andrea Fabiana Espel, tras retirar dinero en un cajero. El entonces portero del Atlético Fútbol Club reaccionó al ver que ella sangraba por un cachazo. “Los reflejos me salvaron de un tiro a la cabeza. Caí y es mi esposa, a quien Dios iluminó y le levantó el brazo al hombre para evitarme dos tiros más”.
Viera fue rodeado por cadenas de oración en Uruguay, donde ganó títulos en Nacional y Peñarol; en Chile, donde logró el ascenso de Nublense, y en Colombia. Cerca de la clínica lo alentaron hinchas del América, a los que no les dio títulos pero los enamoró en diciembre de 2010 cuando tapó dos penales en un triunfo 3-2 contra Millonarios.
Cuando pudo tomar aire dijo que no volvía a la vida para estar en silla de ruedas y seguiría en Colombia. Más de una vez lloró, pero su esposa y dos hijos lo fortalecían.
Debió aprender a sentarse, gatear, ponerse medias y volvió a dar pasos en marzo de 2016.
Viera abrió una escuela de fútbol y se volvió motivador con su libro Volver a empezar para enseñar que más que lo físico, ha buscado que su vida sea diferente, ser mejor hijo, esposo y padre. En su cuenta escribe que “hay situaciones que no dependen de ti, pero lo que sí depende es darlo todo”.
Visitó en 2017 al recluso acusado del atraco. “No es fácil hablar con quien dicen estuvo a punto de matarte. Pero el perdón y Dios nos salva de venganzas y odios”.
Ha dado ánimos al también futbolista de Atlético Fútbol Club Jefferson Herrera, inválido también por un atraco en 2016; y a otras personas en dramas similares.
Desde la clínica mandó un mensaje: “Como ven, no tengo la mejor cara ni las mejores fuerzas, pero sí la mejor actitud.
CALI