Rutas largas y evasión, los vacíos operativos de los buses de SITP

En medio de un panorama complejo para la financiación del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) en Bogotá, que tiene un déficit de más de 3 billones de pesos, se ha vuelto a poner sobre la mesa la efectividad del servicio del componente zonal (buses azules), el cual representa alrededor del 70 por ciento de los recursos faltantes. 

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Tanto los operadores de estos vehículos como expertos y concejales coinciden en que hay aspectos que se deben revisar para mejorar la operatividad del sistema, como la extensión de las rutas, la evasión y el control del transporte ilegal. Si no se hace nada, se estima que en 2025 los costos de la operación de este componente serán de 3,8 billones de pesos, mientras que los ingresos vía tarifa estarán por el orden de los 1,4 billones.

El tema ha causado aún más preocupación teniendo en cuenta que este año el SITP no recibió 825.000 millones de pesos que se esperaban de la Nación, por lo que al Distrito le ha tocado sacar de su bolsillo para garantizar la operación del sistema en 2024. De hecho, la Secretaría de Hacienda indicó que destinará 650.000 millones del presupuesto distrital para el déficit.

Con el fin de mejorar esta situación, un punto en común entre los concesionarios de los buses y el Concejo es que se deben hacer recorridos más cortos, pues actualmente hay algunos que duran hasta 6 horas, e incluso más si las condiciones del tráfico se complican.

“Tenemos rutas que hoy van desde la parte más alta de Ciudad Bolívar hasta la calle 222. Con el no cobro por transbordos implementado desde este año, el sistema zonal debería ser un componente con rutas cortas”, indicó el concejal Óscar Ramírez Vahos, del Centro Democrático. 

Este punto también está relacionado con implementar más carriles preferenciales para el transporte público como el que se instaló recientemente en la carrera 13. “Mientras los buses sigan compartiendo el trancón con el vehículo privado, el incentivo para los s es nulo”, dijo Ómar Oróstegui, director del laboratorio de gobierno de la Universidad de La Sabana.

La falta de productividad también estaría reflejada en el número de pasajeros, pues, según Darío Hidalgo, profesor de Transporte y Logística de la Universidad Javeriana, mientras en el componente troncal hay 5 pasajeros por kilómetro, los buses zonales llevan dos “en el mejor de los casos”.

Lo curioso es que estos vehículos, con más de dos millones de s diarios, representan el 48,9 % del total de validaciones del sistema, según cifras de TransMilenio del primer semestre de 2024, lo que quiere decir que recorren distancias mucho más largas para llevar el mismo número de pasajeros que los troncales. 

Otro punto importante es el tema de la evasión del pasaje. Si bien aún no hay cifras oficiales de cuántos s no pagan en el componente zonal, los operadores estiman que el porcentaje es mayor al 34 %. En algunos sectores, como el portal Tunal, sería del 40 %.

Aunque las autoridades hacen constantemente operativos contra los colados, los expertos señalan que es más difícil hacer control en estos vehículos. Tanto así, que en redes sociales se ha evidenciado cómo algunos conductores terminan siendo agredidos por intentar detener a quienes pasan el torniquete sin pagar.

Los operadores, incluso, plantearon para EL TIEMPO que, si el gobierno distrital no tiene la capacidad de controlar la evasión, se debe considerar un factor de ajuste en la remuneración en los concesionarios, que ya han presentado problemas financieros por este tema.

Para Daniel Cano, coordinador de proyectos de seguridad vial del Instituto de Recursos Mundiales (WRI Colombia), organización aliada de la Iniciativa Bloomberg para la Seguridad Vial Mundial, el control no solo debe ser de las autoridades sino también de los ciudadanos. “Hay una cultura del no pago y esa se puede cambiar con el apoyo de actores sociales como estudiantes u organizaciones locales”. 

Los operadores, asimismo, denunciaron que hay que ponerle la lupa al transporte ilegal, pues en Ciudad Bolívar, por ejemplo, hay rutas donde este tipo de mafias no permiten que circulen los SITP o les imponen una especie de pico y placa.

De otro lado, los expertos resaltaron que es necesario mejorar la experiencia del a partir de incentivos, como por ejemplo, implementar una tarifa mensual o semanal, alternativa que se estudiará dentro del Plan de Desarrollo.

Asimismo, sugirieron aumentar la seguridad, tanto colocando más cámaras que eviten el vandalismo y el hurto, como brindándole más herramientas a la ciudadanía para denunciar. “Se podrían hacer más botones de pánico, especialmente para evitar el acoso a las mujeres”, dijo Cano. 

LAURA VALENTINA MERCADO