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PTAR Canoas: ¿qué pasos siguen tras decisión de CAR de avalar vigencias para construcción de planta de tratamiento?

- El director de la corporación ambiental habla de los costos del megaproyecto.

- La obra tendrá impacto en el río Bogotá y en el resto del país.

Ptar Canoas — En ocho años, el río Bogotá estaría descontaminado. Foto: Cortesía CAR

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Guillermo Reinoso

EDITOR DE BOGOTÁ22.04.2025 16:14 Actualizado: 22.04.2025 21:40

Maria Paula Rodriguez Rozo

22.04.2025 16:14 Actualizado: 22.04.2025 21:40

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El Consejo directivo de la Corporación Autónoma Regional (CAR) le dio luz verde a las vigencias futuras del proyecto de construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales PTAR Canoas. La decisión es un avance clave para la financiación y contratación para una de las obras más prometedoras en el país en saneamiento básico.

El director de la CAR, Alfred Ballesteros, reveló, en entrevista con EL TIEMPO, que una vez la corporación ambiental expida el "modificatorio" del convenio, trámite que se espera suceda esta semana, podrá iniciar el proceso de licitación pública internacional y que para el tercer trimestre del año, adjudicar el contrato.

"Si todo sale de acuerdo con las fechas esperadas, en ocho años el río Bogotá ya podría estar descontaminado", afirmó Ballesteros.

Obras de la estación elevadora de aguas residuales Canoas. — Este es considerado un megaproyecto en el país. Foto:Sergio Acero / EL TIEMPO

El proyecto Canoas podría costar, en pesos corrientes, más de 20 billones de pesos, aproximadamente. De ese total, la CAR aportará 14 billones, que equivalen a un 46,5 por ciento del total estimado.

El dinero restante será aportado por la Gobernación de Cundinamarca, la Secretaría Distrital de Hacienda –cuyo dinero saldrá del Fondo del río Bogotá, que ha sido alimentado desde hace 20 años aproximadamente- y la Empresa de Acueducto.

Es por eso que el director afirma que después del metro de Bogotá, la PTAR Canoas será la obra de infraestructura con mayor inversión de recursos en la ciudad y el país.

Esto implica un sacrificio enorme para el territorio y para la entidad, por que debemos destinar el 50 por ciento de nuestro presupuesto anual para este proyecto

ALFRED BALLESTEROSDirector de la

Por ello, asegura Ballesteros, la CAR "no podrá volver a ejecutar proyectos de infraestructura en la región hasta después del 2028", como otras plantas de tratamiento de aguas residuales, proyectos de restauración o de cambio climático por tres años.

riobogota — La planta trataría el 70 por ciento del agua residual de Bogotá. Foto:César Melgarejo / El Tiempo

La obra de saneamiento más importante del país

“Este es el proyecto de saneamiento ambiental más grande de Colombia y le apunta a ser el segundo más importante de América Latina”, afirmó Ballesteros.

Las vigencias futuras que aprobó el consejo directivo entrarán en vigor desde el 2026. Aun así, la CAR hará los primeros giros este año, con un aporte de cerca de 300.000 millones de pesos.

Sobre los recursos que habían sido comprometidos durante el 2023 y 2024, en el marco del convenio, el Tribunal istrativo de Cundinamarca decidió destinarlos a otros proyectos. Estos son la ampliación en capacidad de los embalses del Neusa y Sisga, así como la recuperación de microcuencas abastecedoras de agua en la región.

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La PTAR Canoas estará ubicada en la vereda Canoas del municipio de Soacha. Su operación será clave para descontaminar el río Bogotá. Esta planta tendrá capacidad para tratar el 70 por ciento de las aguas servidas de Bogotá -ya el 30 por ciento llega a la PTAR Salitre- y el 100 por ciento del vecino municipio.

De acuerdo con la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de la Bogotá (EAAB), la capacidad de tratamiento sería de 16 m3/s, lo cual equivale a llenar toda una piscina olímpica en dos minutos y medio, aproximadamente.

No tiene apoyo del Gobierno Nacional

El proyecto de Canoas lleva más de dos años esperando la contragarantía del Ministerio de Hacienda que le permitiría al Acueducto de Bogotá contratar créditos con la banca multilateral para ejecutar la megaobra.

Ante esa situación, que ha tenido enredado al proyecto por más dos años, la EAAB tomó la decisión de financiar la construcción con créditos que no exijan ese trámite con la Nación.

La empresa distrital recurrirá, entonces, a un aliado del Banco Mundial (BM). La decisión se debe a que dicha institución no les exigiría una garantía soberana para el crédito. Sin embargo, según la CAR, la EAAB sigue explorando otras alternativas.

De hecho, Ballesteros espera que el Gobierno Nacional apoye el proyecto de Canoas, toda vez que la decisión del consejo directivo fue por unanimidad y del mismo hacen parte el Ministerio de Ambiente y la delgada del presidente Gustavo Petro.

"Aún no se descarta que el Estado dé una contragarantía en alguna instancia del proyecto", insistió.

Recordó que, de acuerdo con la decisión tomada en su momento por la magistrada Nelly Villamizar, dicha PTAR se va a construir en dos fases: una de tratamiento terciario y otra de desinfección, las cuales contarán con tecnología de punta.

Incluso, Ballesteros reconoció que la togada había jugado un papel fundamental para lograr el acuerdo entre las entidades vinculadas con la descontaminación del río Bogotá y su cuenca. También destacó el compromiso del gobernador Jorge Rey, quien, apropósito, lideró el consejo directivo y la idea de destinar recursos para el megaproyecto.

Esta decisión es significativa, señala el director de la CAR, ya que una fase solo habría funcionado como retención de sedimentos mayores, pero no influiría realmente en la descontaminación de las aguas.

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Con la descontaminación del río Bogotá también se terminará reduciendo la contaminación del río Magdalena, que desemboca en el océano Atlántico. “Esto significaría descontaminar medio país”, explicó.

Cabe recordar que el proyecto de la PTAR se empezó a gestar en 2017 y en 2019 se firmó el convenio que permite la financiación y construcción. Del mismo participan la CAR, la Gobernación de Cundinamarca, el Distrito Capital y la Empresa de Acueducto de Bogotá.

Sin embargo, hasta ahora, casi ocho años después, la planta empieza a ser una realidad para Bogotá y la región central del país.

GUILLERMO REINOSO RODRÍGUEZ

MARÍA PAULA RODRÍGUEZ ROZO

REDACCIÓN BOGOTÁ

ESCUELA DE PERIODISMO MULTIMEDIA EL TIEMPO

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