Preocupante aumento de reportes de violencias contra estudiantes en colegios de Bogotá

En febrero de este año dos estudiantes se enfrentaron en la puerta de un colegio de Engativá, y los familiares, lejos de mediar, intervinieron en la riña, armados. Tres menores, de 12, 13 y 14 años, resultaron heridos y recibieron una incapacidad de ocho días.

Ese mismo mes, dos menores de 16 años fueron abordados por un individuo armado mientras caminaban hacia el colegio Italiano Leonardo da Vinci.

Esto sin mencionar el cúmulo de casos de abuso sexual que se conocieron el año pasado. Uno de estos fue el de un docente de tecnología que se aprovechaba de su grado de autoridad para exigirles a sus estudiantes fotografías de sus partes íntimas, por medio de redes sociales.

La cruda radiografía se desprende del Sistema de Alertas de la Secretaría de Educación (SED), una herramienta que permite a los planteles oficiales y privados reportar y hacer seguimiento a las situaciones de presunta vulneración de los derechos humanos, sexuales y reproductivos de los estudiantes, ya sea en el contexto familiar, social o en el entorno educativo.

Hay que recordar que en Bogotá hay 1’179.877 estudiantes matriculados, de los cuales 765.016 están en instituciones oficiales y 414.861 en privadas: 581.099 mujeres y 598.778 hombres. Para el año 2023 hubo 78.779 reportes, y según la SED hubo un aumento de 12.478 nuevos eventos respecto a los del año anterior.

Según la SED, para el año 2023 se reportaron 26.201 presuntos casos de abuso y violencias. Hubo un incremento porcentual del 27 por ciento, es decir, 5.695 casos más que en 2022.

Los estudiantes afectados se repiten: 2.084 fueron víctimas del conflicto armado, 1.316 tienen alguna discapacidad, 69 pertenecen a grupos étnicos y 1.743 fueron migrantes.

Las mujeres siguen siendo las principales víctimas con el 56,24 por ciento (11.532) y el 52,41 por ciento (13.733) de los casos reportados para 2022 y 2023, respectivamente. Sin embargo, el mayor crecimiento porcentual, correspondiente al 39 por ciento, fue en los reportes de hombres víctimas de abusos y violencias en los mismos años.

Mientras que en 2023 los hombres reportaron como principal tipo de violencia la física con 3.990 casos, para las mujeres el principal tipo de violencia reportada fue la violencia sexual con 4.942 casos. En ambos casos, los adolescentes de entre 12 y 17 años fueron los protagonistas del mayor número de reportes.

Preocupa mucho más que la primera infancia, de 0 a 5 años, en el caso de las mujeres, haya reportado el incremento entre 2022 y 2023 del 30 por ciento con 139 casos. Lo mismo sucedió para los hombres, cuyos registros aumentaron en un 44 por ciento, con 235 casos.

Las localidades críticas entre 2022 y 2023 fueron Chapinero, Usaquén y Ciudad Bolívar. Esta última reportó el mayor número de casos de abuso y violencias, con 3.259 eventos en 2023.

Para el 2023, el tipo de violencia predominante en los reportes fue la violencia física, seguida de la violencia sexual y la psicológica. Sin embargo, entre el 2022 y 2023 la violencia económica y el abandono presentaron el mayor incremento porcentual, correspondiente al 80 por ciento, con 73 casos y el 54 por ciento, con 142 casos, respectivamente.

Los principales presuntos agresores para 2023 son, en primer lugar, familiares, con un 47,34 % de los reportes, y en segundo lugar agresores escolares, con un 38,81 % respecto a los eventos totales.

Las riñas fueron el principal hecho violento, con un total de 2.663 reportes para 2023. En este hecho las mujeres fueron las principales víctimas, con el 54,22 por ciento (con 1.444 casos).

Preocupa que en 2022 la violencia sexual haya representado el 33,54 por ciento de los casos reportados (6.877), mientras que en el 2023 registró el 28,08 por ciento (7.360). Las estudiantes mujeres fueron las principales víctimas.

Para 2023, el 69,72 por ciento (5.132 casos) de las situaciones reportadas se presentaron en estudiantes menores de 14 años. En los casos de mujeres con edad entre los 6 y los 13 años, el principal agresor reportaba una edad mayor o igual a los 18 años.

Por su parte, los casos de violencia repetitivos entre un mismo agresor y víctima son considerados hostigamiento escolar. Para 2023 fueron reportados 3.117 casos, lo que significa que 11 de cada 100 casos de violencias se identificaron como hostigamiento escolar.

Finalmente, en 2023 se reportaron 6.431 casos de consumo de sustancias psicoactivas (SPA). Esto significa 83 nuevos registros (1,30 por ciento), en comparación con los reportes de 2022. Marihuana, alcohol, tabaco y vapeador son, en este orden, lo que más consumen.

Tipo 1: corresponde a conflictos manejados inadecuadamente y aquellas situaciones esporádicas que inciden negativamente en el clima escolar (insultos, golpes y agresiones verbales) y que en ningún caso generan daños al cuerpo o a la salud.

Tipo 2: situaciones de agresión escolar, acoso escolar (bullying) o ciberacoso que no revistan las características de la comisión de un delito presentadas de manera repetitiva o sistemática o que causan daño al cuerpo y a la salud sin generar incapacidad alguna para cualquiera de los involucrados.

Tipo 3: situaciones de agresión escolar que constituyan en un presunto delito contra la libertad, integridad y formación sexual.

Si usted, como padre, madre de familia o adulto encargado detecta en el estudiante las señales, acuda al orientador, rector o la persona delegada para que active el protocolo y, dependiendo de la situación, determine si se trató de un hecho esporádico o si es una situación constante. De acuerdo con la gravedad del incidente, deberá ser remitido a las diferentes instancias como el Centro zonal del ICBF, la Policía de Infancia y Adolescencia, la Fiscalía General de la Nación, entre otros.

CAROL MALAVER

SUBEDITORA DE BOGOTÁ 

@CarolMalaver