Rescatando el espacio público / Opinión

Desde hace tiempo no se le prestaba la atención adecuada al espacio público en la ciudad. Parecía un tema irrelevante, y de poco interés, para las istraciones. Pero el tema volvió a estar en la agenda pública, a juzgar por las acciones que se vienen realizando en las últimas semanas, en particular con la recuperación del centro de la ciudad y los puentes peatonales.

Lamentablemente, nos estábamos acostumbrando a normalizar los malos comportamientos en la calle. Y, como nadie decía nada, los vendedores ambulantes se incrementaron de manera exponencial, tanto que hoy no existen cifras claras sobre esa actividad informal. No hay estación de TransMilenio o puente peatonal que esté afectado por ventas callejeras de todo tipo de elementos y comida. Esos entornos tienden a deteriorarse rápidamente por los malos olores y los desechos generados.

Valdría la pena comenzar por organizar esas áreas con buen mobiliario urbano: kioscos, baños y bancas. Aquí la empresa privada podría apadrinar muchas iniciativas en favor del espacio público.

Pero también hay que mejorar la calidad y tamaño de los andenes. Y, por supuesto, evitar la acumulación de basuras y escombros. Muchas personas están haciendo un uso inadecuado de las canecas y contenedores; entre ellos, el sector comercio y los restaurantes, quienes suelen disponer allí residuos que no corresponden. Sin duda, hay que fortalecer el control y las multas.

Por otro lado, están los tenedores de mascotas que llenan dichas canecas con los excrementos de sus perros. En muchos parques hacen falta canecas especiales para este tipo de residuos.

De igual forma se hace necesario implementar un programa especial de pedagogía y formación para la población recicladora, pues no siempre tiene un comportamiento adecuado al momento de manipular los contenedores y su contenido.

Vale anotar, sin embargo, que el tema del espacio público no es una tarea exclusiva del Dadep. Muchas entidades del Distrito tienen responsabilidades en la materia, comenzando por las empresas de servicios públicos que no tienen problema en dejar un hueco mal tapado o en demorarse en hacer los arreglos en los andenes cuando realizan reparaciones de sus redes.

Por el lado de la Secretaria de Movilidad, esta debe estar más atenta respecto a las sanciones a los vehículos mal parqueados; la Secretaría de Ambiente debe mejorar los controles ambientales y el cuidado del arbolado, mientras que la Uaesp tiene que fortalecer sus acciones para un mejor alumbrado público y aseo en las calles.

En el caso particular de las alcaldías locales, estas han bajado la guardia frente al control y recuperación del espacio público, sobre todo en las zonas comerciales donde muchos locales no tienen problema alguno en sacar su mercancía a la calle y, por si fuera poco, parlantes cada vez más grandes para promocionar su local comercial. Ojalá que los alcaldes locales que se nombren en las próximas semanas se comprometan a cuidar el espacio público.

Lo cierto es que, a juzgar por los mensajes del gobierno distrital, hay voluntad política para corregir estos problemas. Aquí es clave un mayor compromiso por parte de los bogotanos para cambiar sus malos comportamientos; al fin y al cabo, es en el espacio público donde nos encontramos como ciudadanos.

OMAR ORÓSTEGUI

Director del laboratorio de Gobierno de la Universidad de La Sabana