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Alerta de la CAR por los bajos niveles de los embalses y porque Chingaza tendría que volver a suministrar más agua

La corporación ambiental hace llamado a Empresa de Acueducto de Bogotá a trabajar en sistemas alternos de abastecimiento y en proyectos de compra de predios y restauración de los páramos.

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Guillermo Reinoso

EDITOR DE BOGOTÁ24.01.2025 12:54 Actualizado: 24.01.2025 22:00

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La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR Cundinamarca) le hizo un "llamado urgente" a las empresas de servicios públicos de la región y al Acueducto de Bogotá para que trabajen en sistemas alternos de abastecimiento ante la reducción de las lluvias y los bajos niveles que vienen presentando todos los embalses.

Al hacer un análisis de los embalses que hay en la región central y de los cuales se abastece Bogotá, Alfred Ballesteros, director de la corporación ambiental, expresó su preocupación por el momento actual de esas represas y las precipitaciones que se vienen reportando.

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Ballesteros afirma que los embalses del Agregado Norte "tienen descensos importantes" y que si en marzo, abril y mayo no se presentan afluencias considerables, el Acueducto de Bogotá tendría que volver al sistema Chingaza, el cual hoy no tiene agua suficiente como para atender la mayoría de la demanda de la ciudad.

"Se tendría que volver a tomar más agua del sistema Chingaza, que está ligeramente por encima de los niveles del año anterior, pero que no soportaría volver a entregarle a la ciudad el 70 u 80 por ciento del recurso hídrico", señaló el director de la CAR.

Alfred Ballesteros, director general de la CAR Cundinamarca. Foto:Juan David Cuevas. EL TIEMPO

El Agregado Norte, con los embalses de Neusa, Sisga y Tominé, representa hoy la mitad del agua que se consume en la ciudad y 11 municipios de la región.

La otra mitad es captada y tratada por el sistema Chingaza y el Agregado Sur, que equivale a entre el 3 y el 4 por ciento del volumen de agua que consume la ciudad.

Los análisis de la CAR fueron elaborados a partir de información del Ideam y con base en las mediciones diarias que la corporación realiza.

Después de un 2023 con un fenómeno de El Niño y un 2024 con lluvias y bajos niveles de los embalses, el inicio del 2025 genera preocupación por cuanto esos comportamientos no han cambiado. De hecho, enero y febrero son meses históricamente secos.

Según Ballesteros, la preocupación de la CAR es porque los embalses del Agregado Norte tienen actualmente menos agua almacenada que el año pasado y no se recuperaron, pero de ellos sí se está captando más agua para Bogotá y los municipios de la Sabana.

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Ballesteros cita que, por ejemplo, Tominé, el más importante del Agregado Norte, tiene 75 millones metros cúbicos menos que el año pasado y no se recuperó.

"No se recuperaron en periodos los húmedos de 2024 (marzo, abril y mayo y septiembre, octubre y noviembre) como se necesitaba y han mantenido tendencia al descenso", dice el directivo.

En marzo próximo, de acuerdo con las estimaciones de la CAR, se proyecta tener almacenados 408 millones de metros cúbicos en los embalses de ese Agregado, para 141 millones de metros cúbicos menos frente a enero del año año pasado.

Y los pronósticos indican que en marzo no habría incrementos importantes en las precipitaciones en la región Andina, sino que estarán en los promedios históricos. "De ser así, los embalses, especialmente Tominé, no se van a recuperar".

Este embalse es el más importante de los que hay en el centro del país y que son monitoreados por la CAR. Tiene una capacidad de almacenamiento de 689,5 millones de metros cúbicos de agua. Sus aguas se vierten al río Bogotá y de allí la planta Tibitoc capta agua para Bogotá.

La capacidad de Tominé es tres veces más que la de Chuza, un embalse del sistema Chingaza que es fundamental para la capital colombiana. Tiene capacidad para almacenar 220 millones de metros cúbicos y de acuerdo con el reporte de la CAR este viernes estaba en 35,46 por ciento.

En la ciudad se han excavado 580 pozos profundos y solo hay 64 concesiones. El resto no funcionan. Foto:Archivo EL TIEMPO

Ante el panorama, la CAR Cundinamarca considera que si no se presentan "precipitaciones importantes, por encima de los registros históricos en los meses de abril y mayo", los embalses del Agregado Norte no van a alcanzar a recuperarse, y, además, "no le sería posible al Acueducto de Bogotá seguir obteniendo el 50 por ciento del recurso hídrico de este agregado".

La EAAB ha aumentado la captación de agua de los embalses del Agregado Norte, a través del río Bogotá, con el fin de quitarle presión al sistema Chingaza. Esto ha permitido que el racionamiento en no no haya sido mayor.

Entonces, según Ballesteros, "se tendría que volver a tomar más agua del sistema Chingaza, que apneas está ligeramente por encima de los niveles del año anterior.

Por eso, el director de la CAR les hizo un "llamado urgente" a las empresas de servicios públicos y al Acueducto de Bogotá para que trabajen en el diseño y construcción de sistemas alternos de abastecimiento, así como en proyectos de compra de predios y restauración de los páramos.

Pero, además, las invita estudiar las alternativas de aguas subterráneas, el aprovechamiento de aguas lluvias e, incluso, el reúso de aguas grises y aguas negras.

"Hay que recordar que en escenarios de cambio climático, las ciudades deben estar preparadas y tener sistemas alternos de abastecimiento", insistió el jefe de la corporación ambiental de Cundinamarca.

Recientemente, la CAR y la Gobernación de Cundinamarca firmaron un convenio para que 10 municipios de la región puedan tener la posibilidad de abastecerse de aguas subterráneas. Con ese fin, la corporación ambiental realizará en los primeros meses de 2025 estudios en el subsuelo -a más de 1.000 metros de profundidad- para conocer dónde está ese recurso, el volumen y la calidad del mismo.

Embalses — Proyecciones de los embalses del Agregado Norte con corte al 24 de enero de 2025. Foto:Infografía EL TIEMPO

La Empresa de Acueducto de Bogotá ha insistido en varias ocasiones en que hoy la ciudad está mejor preparada para garantizar el suministro de agua suficiente, al referirse a la optimización y modernización de la planta Tibitoc, que pasó de una capacidad de tratamiento de alrededor de 3,5 metros cúbicos por segundo a 8 metros cúbicos por segundo.

Y tiene en tramite en la CAR una solicitud para ampliar la captación en un metro y medio cúbico de agua. La idea de la EAAB es, luego de que obtenga el permiso, captar y tratar 10,5 metros cúbicos de agua por segundo y con la posibilidad de aumentar a 12 metros cúbicos en épocas críticas.

El pronunciamiento de la corporación ambiental se suma al que hizo recientemente la Personería de Bogotá por los embalses de Chuza y San Rafael.

De acuerdo con los análisis del Ministerio Público, el 30 de marzo próximo la capacidad de Chuza bajaría hasta el 19,78 por ciento y San Rafael hasta el 30,16 por ciento.

Además, el ente de control señaló que “esperar afluencias considerables o que por lo menos permitieran recuperar el volumen que faltaba, era poco probable en el escenario de los primeros meses de 2025”.

Ante este pronunciamiento, el alcalde Carlos Fernando Galán respondió que “hemos aumentado la capacidad de producir agua potable y de tratarla desde Tibitoc. Eso ha permitido reducir el agua que traemos de Chingaza”.

Lo cierto es que hoy por hoy los embalses del Agregado Norte y del sistema Chingaza son clave para el abastecimiento de Bogotá y mientras persista la incertidumbre frente al clima y no haya incrementos sustanciales de las lluvias entre marzo y mayo, los bogotanos seguirán enfrentando restricciones en el servicio de acueducto.