Director de la CAR habló sobre el fin del racionamiento en Bogotá: ‘El reto del cambio climático continúa’

Este viernes 11 de abril, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán y el Acueducto de Bogotá anunciaron el fin del racionamiento de agua en la capital del país, ante esto, EL TIEMPO habló con Alfred Ignacio Ballesteros Alarcón, director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca y explicó la situación ambiental y climática que afecta las fuentes hídricas del territorio.

En diálogo con este medio, Ballesteros habló sobre los efectos del cambio climático y del calentamiento global que han dejado en la región, donde además indicó se ha “generado una alteración en el ciclo del recurso hídrico”.

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“Desafortunadamente, estamos perdiendo capacidad abastecedora en nuestras microcuencas, en nuestras zonas de páramo y en las zonas de importancia ambiental. Esto es consecuencia de una serie de factores de los cuales también hemos venido hablando, la falta de modelos de ordenamiento del territorio alrededor del agua, la deforestación, la sub urbanización”, dijo Ballesteros ante la posibilidad de que vuelva a haber un racionamiento de agua en la capital del país y sus municipios aledaños.

Aseguró que situaciones como el desabastecimiento de agua registrado en los embalses que surten de agua a la capital del país, son consecuencia del efecto climático y el fenómeno del niño, que se vivió en 2024 y dejó a varias zonas del país afectadas.

Ballesteros explicó que el fin de la medida del racionamiento de agua se da con el nivel de los embalses un poco recuperados, esto permite tomar esta importante decisión. “Hace una semana Chingaza estaba ya sobre el 40 % y el Agregado Norte cerca al 50 %”.

Por esto apuntó que aunque se haya anunciado el fin del racionamiento de agua, “el reto de los efectos del cambio climático continua” e invitó a los ciudadanos a tener esto en cuenta, pues, “cada día son más notorios en los ecosistemas la deforestación, calentamiento global, lo que no cierra las puertas a otras medidas de racionamiento”.

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“Bogotá y los municipios de la Sabana tienen que hacer inversiones en soluciones basadas en la naturaleza, compra de predios en áreas de importancia ambiental, restauraciones ecosistémicas y tienen que diseñar sistemas alternos de abastecimiento de agua potable, aprovechamiento de aguas subterráneas, nuevos proyectos de infraestructura. Técnicamente, tendrán que analizarlo, aprovechamiento de aguas lluvias, reuso de aguas, porque esta situación de los efectos del cambio climático cada vez van a ser más graves”, apuntó.

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El director de la CAR aseguró que en 2024 la Corporación realizó una serie de estudios con expertos de la Universidad Nacional, en la investigación analizaron la vulnerabilidad de la cuenca del río Bogotá ante los efectos del cambio climático y las conclusiones arrojaron que “para el año 2040 podemos tener una disminución de oferta hídrica de hasta el 23 % versus un aumento en la demanda de cerca de un 20 %”.

Según Ballesteros, los análisis muestran que para el 2040 se podría registrar una disminución de hasta el 40 % en las cuencas hídricas que surten a esta zona del país, por lo que “nadie puede garantizar que no pueda presentarse nuevamente la necesidad de decretar un racionamiento”.

Además, indicó que la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, la Alcaldía de Bogotá, el Ideam y otras entidades conforman un Comité Hidrometeorológico, donde constantemente se hace monitoreo de los niveles de los embalses y las cuencas hídricas de la región.

ALEJANDRA HERNÁNDEZ TORRES

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL

EL TIEMPO