Así quedó la ciclorruta de la calle 13: ya no va por el centro

Los ciclistas de la calle 13 ya tienen la ciclorruta que les prometieron. Hoy, la alcaldesa Claudia López entregará oficialmente el bicicarril temporal de este corredor que reemplaza el que se había hecho en el centro de ese corredor en 2020 y que había causado el rechazo de conductores e, incluso, de la Gobernación de Cundinamarca.

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En enero pasado, la Alcaldía de Bogotá se había comprometido a plantear un nuevo proyecto. Para ese entonces, la promesa fue que la ciclorruta se entregaría por tramos y estaría completa para principios de mayo.

De acuerdo con información de la Unidad de Mantenimiento Vial (UMV), las obras civiles se ejecutaron entre el 4 de enero y el 3 de julio en seis tramos. A medida que esas obras se fueron terminando, los tramos se iban poniendo al servicio de los bicis. Sin embargo, aún faltaban detalles.

Entre julio y agosto, la UMV terminó la instalación del mobiliario urbano, la señalización vertical y horizontal, la siembra de árboles, la recuperación del espacio público y la instalación de reductores de velocidad y separadores de carril para peatones. Es decir, aunque en la práctica esa ciclorruta ya estuvo funcionando en 2021, solo hasta hoy se entrega ‘con todos los juguetes’ para ciclistas y peatones.

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La ciclorruta temporal de la calle 13 tiene una extensión de 3,6 kilómetros y va entre las carreras 97 y 135. Está ubicada en el lateral occidente-oriente de la vía y, para su construcción, se utilizó una zona de reserva vial que, antes, era una franja de tierra irregular. La nueva infraestructura tiene un ancho de 4,2 metros repartidos en dos franjas: una para ciclistas (3 metros) y otra para peatones (1,2 metros). 

Los ciclistas, por su parte, tienen un carril bidireccional que, del lado de los vehículos, está protegido con maletines de concreto y, del lado de los peatones, está segregado con reductores de velocidad y con señalización. Los peatones, a su vez, quedaron en algunos tramos con un sendero ubicado del lado interior del andén. 

EL TIEMPO recorrió ayer la ciclorruta y los senderos peatonales y comprobó que el cambio con respecto a lo que allí había antes es más que notorio. Antes, esta zona no tenía ningún tipo de intervención y era más una especie de ‘trocha’ por la que los peatones trataban de caminar: había piedras, barro, polvo y carros parqueados por todas partes.

Ahora, la ciclorruta y el sendero peatonal dejaron una zona pavimentada, nivelada y transitable para todos. Ayer, este diario vio cómo por la zona transitaban no solo ciclistas hombres y jóvenes, sino que vio varias mujeres y niños pedaleando por la ciclorruta, que, de hecho, era lo suficientemente amplia para que bicicletas de carga pudieran movilizarse. Y, por la zona peatonal, se veían familias con coches de niños.

.EL TIEMPO, por otra parte, comprobó cómo este bicicarril incluye varias mejoras con respecto al anterior modelo. Por un lado, permite la conexión con la ciclorruta de la alameda El Porvenir, que conecta a Bosa y Kennedy con Fontibón; con la de la carrera 104 y la de Zona Franca. Adicionalmente, implementó mejor señalización y dispuso de mobiliario urbano como materas y bancas en paraderos.

“Esto fue bueno para todos, hasta para los peatones. Antes acá no respetaban mucho a los peatones y a los ciclistas, menos. Me gustó cómo quedó”, le dijo Brayan Mahecha a Citytv, que también estuvo en la mañana conociendo la ciclorruta.

Sin embargo, también hay puntos por mejorar. En primer lugar, la ciclorruta sigue terminando de manera abrupta en la carrera 135: eso causa que los ciclistas que vayan hacia los municipios de Sabana Occidente queden sin opción segura para seguir su camino. Algo similar ocurre en el extremo de la carrera 97, donde los ciclistas que vayan rumbo al oriente de Bogotá quedan sin ciclorruta demarcada (ni siquiera maletines naranjas) para seguir subiendo por la calle 13.

En segundo lugar, la zona final de la ciclorruta, entre carreras 128 y 135, no tiene tan bien demarcada la zona peatonal, lo que lleva a que ciclistas invadan el sendero peatonal y obliguen a los caminantes a salir de la zona. La invasión se repite, con menos frecuencia, en otras zonas de la ciclorruta más hacia el oriente.

Pero, en todo caso, es un cambio sustancial con respecto a lo que ha sido este sector de Fontibón. Y, seguramente, seguirá cambiando.

Con la implementación del primer carril de bicicletas en 2020, la calle 13 pasó de tener 1.820 viajes en horas picos a 7.400. Hoy, 24 por ciento de los viajes de la calle 13 se hacen pedaleando.

EL TIEMPO