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Bogotá: las zonas grises de la ‘ley de sindicatos’ tras la que se camuflan bares clandestinos
Aunque las autoridades distritales cada vez son más estrictas con el control de esos establecimientos, la regulación nacional, que no ha sido actualizada, los protege y les da fuero. Los operativos van en aumento.
Operativos en bares de Bogotá que se camuflan bajo la figura de sindicatos. Foto: Secretaría de Seguridad
La rumba clandestina se ha convertido en uno de los mayores dolores de cabeza para la ciudad. Bares y discotecas que operan como amanecederos, escondidos bajo la figura fraudulenta de sindicatos, son en realidad, y según las autoridades, “potenciales centros de comando y control del crimen organizado en la ciudad”.
Operativos en bares de Bogotá que se camuflan bajo la figura de sindicatos. Foto:Secretaría de Seguridad
De acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad, en Bogotá hay alrededor de 120 bares constituidos como asociaciones de trabajadores y por eso cuentan con registro ante el Ministerio del Trabajo y la Protección Social.
De estos, en el último mes se han logrado intervenir 10, y los hallazgos han revelado que detrás de sus puertas se esconde un cúmulo de actividades ilícitas: desde el tráfico de estupefacientes, la trata de personas y la prostitución, hasta el intercambio de armas y municiones, así como la producción y venta de licor adulterado.
Aunque los controles de la Secretaría de Seguridad y la Policía Metropolitana son cada vez más rigurosos y amenazan con cerrar esos establecimientos, lo cierto es que están blindados por el denominado “fuero sindical”, que impide la intervención de las autoridades en los predios para llevar a cabo las debidas acciones de vigilancia, inspección y control.
“Hemos descubierto que estos lugares cuentan con sistemas de videovigilancia muy sofisticados para detectar la presencia de las autoridades (…) Además, tienen equipos de abogados que los defienden e interponen múltiples recursos para frenar la acción de las autoridades, señaló César Restrepo, secretario de Seguridad.
Operativos en bares de Bogotá que se camuflan bajo la figura de sindicatos. Foto:Secretaría de Seguridad
Según datos oficiales de la Policía Metropolitana de Bogotá y de las secretarías de Seguridad y Gobierno, se han identificado al menos 64 sindicatos con características similares a las descritas, de los 120 registrados en la ciudad, que podrían estar utilizando esta figura fraudulenta para evadir controles y saltarse las normativas que rigen la prestación de servicios de rumba y entretenimiento.
Pero, si ya están identificados, ¿qué es lo que sucede? EL TIEMPO consultó a abogados laboralistas, quienes explicaron que la normativa sobre la creación de sindicatos “tiene zonas grises” que han sido aprovechadas por los dueños de bares y discotecas.
La rumba clandestina se ha convertido en uno de los mayores dolores de cabeza para la ciudad. Bares y discotecas que operan como amanecederos, escondidos bajo la figura fraudulenta de sindicatos, son en realidad, y según las autoridades, “potenciales centros de comando y control del crimen organizado en la ciudad”.
Las zonas grises
El abogado Alejandro Aldana, de la Universidad Manuela Beltrán, explicó que los lugares que figuran con un domicilio privado, “como los sindicatos, clubes sociales y corporaciones, tienen total autonomía para hacer dentro de su lugar lo que bien les plazca, siempre y cuando no contravengan lo que establece el Código de Policía”.
Operativos en bares de Bogotá que se camuflan bajo la figura de sindicatos. Foto:Secretaría de Seguridad
Sin embargo, advirtió que en la regulación hay una zona gris, pues esos lugares solamente podrían funcionar con afiliados carnetizados y a puerta cerrada. “Los bares se aprovechan del vacío jurídico para registrarse como este tipo de corporaciones, argumentando que lo que realizan son eventos privados y poder saltarse las normas de policía”.
Por su lado, la abogada Tatiana Orjuela explicó que los bares prefieren registrarse como sindicatos por la facilidad de los requisitos que se les aplican. “Estos establecimientos nocturnos prefieren acreditarse como sindicatos por la facilidad en su creación, y porque la regulación, que depende del Ministerio del Trabajo, es confusa”.
En la misma línea, Orjuela señaló que los requisitos para la creación de sindicatos y clubes incluyen solicitar reconocimiento jurídico a organismos estatales como alcaldías locales y gobernaciones. “Esto, en la práctica, no está bien reglamentado y se ha convertido en un trámite de papel mediante el cual los bares ilegales se amparan para operar como clubes o sindicatos”.
Operativos en bares de Bogotá que se camuflan bajo la figura de sindicatos. Foto:Secretaría de Seguridad
Este diario ó al Ministerio de Trabajo para conocer el trasfondo de la situación de los sindicatos en Bogotá y para indagar sobre las labores de inspección y vigilancia que deberían realizarse sobre estas formas de agremiación.
El Ministerio señaló que, aunque han hecho visitas de vigilancia, “son procesos jurídicos que deben estar enmarcados en el debido proceso”. Además, que la función de esa cartera es solo “registrar los sindicatos”, pero no verificar si están debidamente constituidos. Algo que calificaron como un “vicio de trámite”.
Esto implica que, tanto en Bogotá como en el resto del país, parece no haber una norma explícita que permita regular la función de los sindicatos. Es precisamente por estas “zonas grises” o “vicios de procedimiento” que la istración Distrital ha solicitado al Ministerio de Trabajo que ponga la lupa sobre los procesos de certificación de sindicatos y las normas “laxas” que permiten a empresarios del entretenimiento nocturno formar este tipo de “agremiaciones” con documentos falsos y sin verificación.
Operativos en bares de Bogotá que se camuflan bajo la figura de sindicatos. Foto:Secretaría de Seguridad
No obstante, aunque el Mintrabajo no ha entregado una postura clara frente a la situación, lo cierto es que la ley vigente dicta que, cuando el derecho de asociación se utiliza de manera fraudulenta, el Ministerio de Trabajo podrá imponer multas equivalentes al monto de 1 a 50 veces el salario mínimo mensual legal más alto vigente.
Además, si a pesar de la multa el sindicato persiste en la violación, el Ministerio podrá solicitar la disolución y liquidación de la forma de asociación, así como la cancelación de la inscripción en el registro sindical respectivo.