Así viven los indígenas emberá en el albergue temporal de La Rioja

Cientos de personas, entre hombres, mujeres y niños, habitan la UPI en condiciones de hacinamiento.

Los indígenas denuncian hacinamiento en la UPI La Rioja. Foto: Sergio Acero / EL TIEMPO

PERIODISTA20.10.2022 09:51 Actualizado: 20.10.2022 09:58

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Al mediodía de este miércoles, un grupo de indígenas intentó tomarse el edificio de Avianca, en el centro de Bogotá, y luego se enfrentó con el Esmad y de la Policía Metropolitana.

(Además: ¿Qué reclaman los indígenas emberá al Gobierno nacional y al Distrito?).

Según Jairo Montañez, coordinador técnico de las Autoridades Indígenas en Bakatá (AIB), las protestas -que derivaron en los hechos de violencia- tenían como propósito "denunciar el incumplimiento en los acuerdos firmados en mayo pasado" y alertar sobre las condiciones en que viven cientos de indígenas en la UPI La Rioja.

Hace una semana EL TIEMPO realizó una visita a la Unidad de Protección Integral de La Rioja y evidenció la situación en que viven los indígenas.

La UPI La Rioja está ubicada en la calle 4.ª con carrera 15, en la localidad de Antonio Nariño. Se trata de una edificación de tres pisos de altura dividida en dos bloques que, antes de la llegada de los emberá, era utilizado para atender población vulnerable, sobre todo jóvenes con condiciones de consumo de drogas y vida de calle.

La edificación está compuesta por salones de clase que hoy funcionan como habitaciones para los indígenas. En cada uno de estos duermen cerca de 40 personas, entre ancianos, mujeres y niños.

Dentro de los cuartos hay camarotes abarrotados por utensilios de cocina, carpas, muebles viejos y costales llenos de cobijas y almohadas. En los pasillos se ven decenas de niños jugando entre las cuerdas instaladas para colgar ropa con lo que encuentran a su paso.

Los de la comunidad embera, luego de salir del Parque Nacional hace unos meses, fueron ubicados en el albergue La Rioja. Foto:Mauricio Moreno / EL TIEMPO

Según Montañez, el hacinamiento en el que viven ha generado enfermedades a los más pequeños. "Las condiciones aquí son paupérrimas (...) No nos han entregado las ayudas que nos prometieron", le dijo a EL TIEMPO.

El agua para consumir es proporcionada por dos tanques del Idiger. De acuerdo con Felipe Jiménez, cuando este recurso se acaba son abastecidos por carrotanques.

En ese sentido, la Secretaría de Gobierno señaló que los acuerdos sí se han cumplido y que a agosto de 2022 se habían atendido 676 personas de la comunidad emberá y cerca de 267 estudiantes matriculados en el Colegio Restrepo Millán. "Se han invertido más de 9.000 millones de pesos en ayudas", agregó Jiménez, secretario de Gobierno.

El panorama es crítico para las mujeres y los niños, quienes se ven expuestos a situaciones de abuso y violencia intrafamiliar. De hecho, hay al menos tres denuncias relacionadas con casos de violencia sexual y agresiones cometidos por hombres de la comunidad en contra de sus parejas, que ya están en poder la Fiscalía.

También hay denuncias de trabajadores del lugar contra los hombres de la comunidad, a quienes acusan de consumir alcohol dentro de los cuartos.

No se conoce la cifra exacta de personas que habitan ese espacio, pero se estima que pueden ser más de 800. De hecho, el día en que este diario estuvo en el lugar se estaba adelantando un censo de la población.

REDACCIÓN BOGOTÁ