Los tragos de BOCAS: La Pava Congona de Laura Hernández

La Sala de Laura (Cl. 65 Bis n.° 4-23, Bogotá) se transforma en aviario con una nueva serie de cocteles llamada Avistamiento, en la que cada una de sus nueve magníficas creaciones etílicas le rinde homenaje a un ave endémica de Colombia.

Y hay uno que merece, por lo menos, tres visitas más. La Pava Congona –el ave insigne de San Jacinto de Bolívar– tiene un vallenato y ahora tiene un trago que la celebra en todos los aspectos. El coctel tiene una mezcla de ron agrícola, macerado en semillas de orejero y el dulce hecho con las mismas semillas, que hacen parte de su dieta y que la pava se encarga de dispersar por todo el bosque seco.

La preparación incluye ñeque artesanal, que aporta una nota auténtica y rústica a la mezcla, y está elaborado a partir de jugo de caña fermentado y destilado en alambique de cobre. También tiene la contra, una bebida típica en la comunidad zenú, conocida como ‘ron de palito’, que destaca por tener un proceso de creación parecido al del ñeque, pero con un toque único gracias al añejamiento hecho con plantas medicinales.

La experiencia de tomar La Pava Congona es completa de inicio a fin: desde el primer trago –que se sirve en un vaso hecho específicamente para el coctel– se percibe una explosión de sabores únicos, y al llegar al último sorbo queda al descubierto una espiral que simula la forma de las semillas de orejero dentro de la cáscara. Laura Hernández Espinosa apuesta por conectar la naturaleza con la coctelería urbana, llevar el campo a la ciudad y convertir la biodiversidad colombiana en una experiencia líquida, “es una forma de tomarse Colombia, sin pararse de la barra”.

María Jimena Delgado Díaz

Periodista de Cultura y Bocas 

@mariajimena_delgadod