El electrocardiograma (ECG) es una prueba médica común que se utiliza para evaluar la salud del corazón. Le contamos para qué enfermedades se utiliza.
El electrocardiograma es una prueba no invasiva que mide la actividad eléctrica del corazón. Se realiza colocando electrodos en la piel del pecho, brazos y piernas, que registran la actividad eléctrica del corazón durante unos segundos.
Esta información registrada se representa gráficamente en un papel o en una pantalla de ordenador, lo que permite al médico analizar la actividad eléctrica del corazón y detectar cualquier anormalidad.
Este examen se ha utilizado desde hace más de 100 años y es una herramienta importante para diagnosticar una variedad de enfermedades cardíacas.
El ECG se utiliza comúnmente para diagnosticar enfermedades como arritmias cardíacas, infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca, bloqueo cardíaco y enfermedad cardíaca congénita.
En el caso de la arritmia cardíaca, por ejemplo, es una afección común en la que el corazón late de manera anormal. El examen puede ayudar a diagnosticarla y determinar su gravedad.
Así mismo con el infarto de miocardio, también conocido como ataque cardíaco, que ocurre cuando el flujo sanguíneo al corazón se interrumpe. El ECG puede detectar cambios en la actividad eléctrica del corazón que pueden indicar esta afección.
Hay ciertas situaciones en las que el electrocardiograma no se recomienda. Por ejemplo, puede no ser útil en pacientes que tienen un marcapasos cardíaco o que tienen una acumulación de grasa o líquido en el pecho.
Además, en pacientes que tienen un exceso de vello en el pecho, puede ser necesario rasurar la zona para que los electrodos se adhieran correctamente a la piel.
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO
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