El Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos ha indicado que el cáncer es una enfermedad invasora que afecta a millones de personas alrededor del mundo. De igual forma, ha indicado que son varios los factores que se asocian con el desarrollo de esta enfermedad.
Expertos aseguran que mantener una alimentación balanceada es importante en la dieta de prevención de esta enfermedad, la Clínica Mayo ha indicado que incluir frutas y verduras en la alimentación diaria es una buena estrategia para reducir el riesgo de desarrollar el cáncer.
También, la Organización Mundial de la Salud ha indicado que la cantidad adecuada que se debe consumir diariamente entre frutas y verduras es de cinco raciones, entre los dos tipos de alimentos.
Los alimentos más comunes que contienen polifenoles son los de origen vegetal, como las verduras, toda clase de frutas y frutos secos. Foto:Getty
Frutas y verduras que ayudan a prevenir el cáncer
Brócoli: este vegetal y demás alimentos crucíferos como la coliflor y las coles de bruselas son ricos en compuestos fitoquímicos, como los glucosinolatos, que según varias investigaciones realizadas por expertos aseguran que ayudan a combatir y prevenir el cáncer, pues los compuestos anteriormente mencionados estimulan las enzimas de cuerpo que ayudan a desintoxicar las sustancias dañinas y protegen el cuerpo contra el desarrollo de células cancerosas.
Ajos y cebollas: según varios estudios realizados por expertos, estos bulbos son anticancerígenos, antiinflamatorios, antisépticos, diuréticos, desinfectantes, antihipertensivos y potentes en el tratamiento del asma. El ajo y la cebolla contienen compuestos sulfurosos que le ayudan a prevenir el cáncer de estómago, colon, esófago, mama, entre otros. Además, han demostrado efectos positivos en la reducción de enfermedades cardiovasculares.
Tomates: según la Clínica Mayo, los tomates son una fuente rica en licopeno, un antioxidante que ha demostrado efectos protectores en la prevención de varios tipos de cáncer, como el de próstata, pulmón y estómago. Los expertos recomiendan consumir tomates cocidos o procesados para obtener una mejor absorción de licopeno.
Frutos rojos y uvas: las fresas, arándanos, moras, uvas de color oscuro son ricas en resveratrol, antocianinas y otros antioxidantes y sustancias antiinflamatorias que ayudan a inhibir el crecimiento de las células cancerosas y reducir la formación de tumores; además, ayudan a combatir el estrés oxidativo y la inflamación. De igual manera, los frutos rojos son ricos en fibras que ayudan a mantener un buen sistema digestivo.
Frutas cítricas: la naranja, limón, kiwi, piña y mandarina, son buenas fuentes de vitamina C y antioxidantes que ayudan a proteger las células del daño oxidativo causado por los radicales libres. Además, contienen grandes cantidades de potasio y otros compuestos bioactivos que tienen propiedades anticancerígenas.
La Organización Mundial de la Salud ha destacado que el consumo de frutas, verduras, hortalizas, tubérculos, entre otros, deben ser parte de una alimentación equilibrada y saludable. También recomienda llevar una vida saludable donde se regule la actividad física y evitar el consumo de tabaco y alcohol.
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