Un reciente estudio realizado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) revela que la contingencia sanitaria por el covid-19 ha tenido un alto impacto en la salud mental de niños, adolescentes y jóvenes en Latinoamérica y el Caribe, ante este realidad, ir al psicólogo es una de las medidas que pueden tomarse.
Pero, ¿qué pasa cuando uno de los padres no quiere que su hijo vaya al psicólogo, o cuando el menor de edad es hijo de padres separados? ¿Es posible llevarlo al psicólogo sin tener el consentimiento de uno de los padres?
Frente a estas preguntas, el abogado experto de derecho de familia Jimmy Jiménez, indicó que si uno de los padres evidencia que su hijo requiere atención psicológica, “puede acudir a los servicios de salud que considere necesarios en pro del bienestar de su hijo”.
Jiménez puso de presente que la salud mental es un derecho fundamental, “por ello un padre que busca proteger todos los derechos de sus hijos podría buscarle acompañamiento psicológico".
El abogado enfatizó en que la Constitución establece la salud como un derecho fundamental y señaló así mismo que el artículo 24 del Código de Infancia y Adolescencia indica que los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a todo lo necesario para su desarrollo físico, psicológico, espiritual, moral, cultural y social, “es por ello que los padres deben velar por salvaguardar todos los derechos de sus hijos”, explicó.
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