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¿Eres de colores cálidos o fríos? ¡Descubrelo ya!
Las estaciones del año nos dan pistas sobre las dos grandes gamas de color.
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Hoy en día, elegir qué ponerse va más allá del gusto personal. Aunque muchas personas aseguran vestirse según su estado de ánimo, hay algo que suele pasar desapercibido: algunos colores realzan la belleza natural, mientras que otros pueden apagarla por completo.
Un buen punto de partida para entenderlo es observar la naturaleza. Las estaciones del año nos dan pistas sobre las dos grandes gamas de color: los tonos cálidos como los que predominan en primavera y otoño y los fríos, característicos del verano y el invierno. Colores como el amarillo, naranja y café evocan calor, cercanía y juventud; mientras que los grises, azules y violetas transmiten calma, sobriedad y frescura.
Para descubrir qué gama favorece más a cada persona, se recomienda un ejercicio práctico: usar una base blanca (como una blusa escotada) y probar frente al espejo dos prendas contrastantes, una en azul intenso y otra en naranja. En un espacio iluminado con luz natural, sin maquillaje y con el cabello recogido o cubierto si está teñido, se puede observar con claridad cuál de los dos tonos ilumina más el rostro, resalta la piel o incluso blanquea visualmente los dientes.
También puede repetirse el experimento con papeles dorado y plateado para identificar si se armoniza mejor con rios cálidos o fríos.
Los resultados de este ejercicio permiten tomar decisiones más conscientes al vestir:
- Si predominan los tonos cálidos: van mejor los rios dorados, las prendas en tonos tierra, mostaza, beige, camel y rojos anaranjados. El maquillaje ideal incluye sombras en colores ocres, blush durazno y labiales en la gama del coral o rojo cálido.
- Si la piel luce más fresca con tonos fríos: los rios plateados, prendas en azul, rosa, verde, gris, negro o blanco puro serán más favorecedores. En maquillaje, se recomiendan sombras en violeta, gris y rosa frío, blush rosado y labiales en tonos cereza o malva.
Los tonos cálidos: van mejor los rios dorados, las prendas en tonos tierra came, etc. Foto:gen play
Identificar si se pertenece a una gama cálida o fría es el primer paso para construir un armario más funcional, donde cada prenda sume a la imagen personal. Además, este conocimiento ayuda a resaltar lo mejor de cada rostro sin necesidad de grandes cambios o inversiones.
Y aunque esta primera aproximación es muy reveladora, la clasificación también puede profundizar según la intensidad, luminosidad y saturación del color. Para conocer más sobre Caro Salazar, síganla en redes sociales:
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