El hígado graso es un problema que afecta a más personas cada día y que, en ocasiones, es difícil de diagnosticar, debido a que los síntomas graves comienzan a aparecer cuando la enfermedad ya está bastante avanzada.
Como su nombre lo indica, el hígado graso se produce cuando se acumula grasa alrededor de este órgano y esto se debe a que no tiene una dieta saludable, el consumo excesivo de alcohol u otros factores genéticos o enfermedades.
La forma en que se presenta esta enfermedad puede variar dependiendo de si es hígado graso alcohólico o no alcohólico, según el portal web ‘MedlinePlus’.
“Hay grasa en el hígado, pero poca o ninguna inflamación o daño en las células del hígado. Por el contrario, si hablamos de hígado graso alcohólico, existe inflamación y daño en las células del hígado, además de grasa. La inflamación y el daño de las células pueden causar fibrosis o cicatrización del hígado”.
Esta enfermedad no es fácil de detectar. Foto:iStock.
Según el sitio mencionado anteriormente, algunos de los principales factores de riesgo para padecer esta enfermedad son:
Tener sobrepeso o estar obeso. Cuanto mayor sea su sobrepeso, mayor será su riesgo.
Ciertos medicamentos como los bloqueadores de los canales de calcio y algunos medicamentos para tratar el cáncer.
La enfermedad del hígado graso afecta a cerca del 25 por ciento de la población mundial, así como a las tasas de obesidad, diabetes tipo 2 y colesterol, explica la página ‘National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases’.
Las personas con hígado graso pueden sentir náuseas. Foto:istock
¿Cuáles son los síntomas del hígado graso?
Las personas que tienen esta enfermedad a menudo no presentan síntomas, pero uno de los más comunes, y que deben tener en cuenta, es el dolor o la sensación de presión en la zona derecha del abdomen, picazón en la piel, agotamiento y fatiga.
En aquellos que presentan daño hepático como la cirrosis los signos de advertencia son:
Debilidad.
Pérdida de apetito.
Náuseas.
Color amarillo en la piel y los ojos (ictericia).
Picazón.
Acumulación de líquido e hinchazón en las piernas y el abdomen.
Confusión mental.
Sangrado gastrointestinal.
Esta enfermedad no es fácil de diagnosticar, y cuando el médico sospecha que la tiene, envía ciertos exámenes para saber qué tan avanzada está, los cuales pueden incluir análisis de sangre y radiografías.
Funcionamiento del hígado y cuidados para mantener su salud
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