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Los platos más ricos en magnesio y vitamina D para sumar a la dieta y reducir el estrés
Entre las opciones recomendadas destacan recetas con ingredientes como espinacas, sardinas, salmón y huevo, que pueden incluirse en comidas nutritivas para una dieta balanceada.
Incorporar alimentos ricos en magnesio y vitamina D puede ayudar a reducir síntomas de estrés y mejorar el bienestar físico, favoreciendo la salud muscular, ósea y cardiovascular. Foto: iStock
Opciones deliciosas con magnesio y vitamina D para la salud
- Ensalada de espinacas. Combinación de espinacas (ricas en magnesio y vitaminas A, C, E y K), tomates cherry, pollo o pavo, sardinas (ricas en vitamina D) y nueces.
- Tortilla al horno o en freidora de aire. Preparada con espinacas, tomate, queso y huevo. La yema de huevo es una excelente fuente de vitamina D.
- Wrap de calabaza asada. Incluye calabaza (alta en magnesio, fibra y zinc), queso feta, tomate, lechuga y palta, que también es una fuente de grasas saludables y vitamina D.
- Sardinas a la plancha. Acompañadas de una crema de calabaza, zanahoria, puerro y ajo. Las sardinas contienen vitamina D y propiedades antiinflamatorias.
- Ensalada de kale. Con palta, pistachos, tahini y granada, una opción rica en magnesio.
- Crema de zapallito y trucha en papillote con jamón. La trucha, como pescado azul, es una excelente fuente de vitamina D.
El magnesio y la vitamina D contribuyen a funciones vitales, como aliviar el cansancio, reducir migrañas y fortalecer los huesos, con beneficios adicionales para el sistema nervioso y el equilibrio general del cuerpo.
Foto:iStock
- Tostada de pan de centeno. Preparada con salmón, palta, tomate y huevo duro, combina vitamina D del salmón y el huevo.
- Tataki de atún rojo con sésamo. Acompañado de chauchas salteadas con oliva, vinagre de manzana, sal y pimienta, una mezcla rica en magnesio y potasio.
- Cazuela de salmón con espinacas. Este plato, que lleva salmón desmenuzado, cebolla y espinacas cocidas, aporta magnesio y vitamina D.
- Omelette con atún y ensalada de espinacas. Complementado con frutos secos y aceite de oliva, resulta una cena ligera y balanceada en magnesio y vitamina D.
- Revuelto de dos huevos con camarones, espinacas, champiñones y queso feta. Acompañado de un trozo de pan integral, combina los beneficios de la vitamina D de los mariscos con magnesio.
- Ensalada de quinoa. Preparada con espárragos, aguacate, tomates, semillas de calabaza, aceite de oliva y kiwi, es una opción refrescante y rica en magnesio.
- Salmón con brócoli al vapor y papa asada. Esta combinación ofrece una gran cantidad de vitamina D y nutrientes esenciales.
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