El pasado jueves 11 de enero, la
Nasa confirmó que, después de un arduo proceso que tardó más de tres meses, pudo liberar una muestra de material proveniente del asteroide
Bennu.
Bennu es un asteroide próximo a la tierra, de más o menos 500 metros de diámetro y una masa de 6 x 1010 kg. Su perihelio queda dentro de la órbita de la tierra, y su afelio casi en la órbita de Marte. Se estima que tiene más de 4.5 billones de años de antigüedad.
No sobra agregar que, por su cercanía a nuestro planeta, los científicos de la Nasa creen que Bennu caerá en la Tierra algún día, pero eso no sucederá hasta aproximadamente el 24 de septiembre de 2182.
Lo que es noticia hoy es el desbloqueo en la obtención de su material. En la misión OSIRIS-REx, que viajó casi 6.000 millones de kilómetros con el objetivo de recoger una muestra del asteroide, la Nasa recolectó 70 gramos de rocas y polvo.
Sin embargo, desde octubre de 2023, la agencia reveló que una parte del material estaba fuera de alcance en una cápsula oculta dentro del Mecanismo de adquisición de muestras touch-and-go (TAGSAM), el brazo robótico que tuvo la tarea de recoger el material.
La recolección es de suma importancia, pues, según el portal ‘dw’, se cree que Bennu es un escombro del sistema solar primitivo, así que su material puede brindar información acerca de la creación de los planetas de nuestra galaxia, incluida la Tierra.
Para acceder a las rocas, los investigadores debían abrir 35 cierres internos del mecanismo, dos de los cuales estaban atascados.
Esta complicación obligó a la agencia a crear nuevas herramientas que les permitieran forzar la cápsula sin correr el riesgo de afectar a las delicadas muestras de Bennu en su interior. Entre ellas, destacan brocas fabricadas a medida con un grado específico de acero inoxidable quirúrgico no magnético.
Pues bien, después de 14 semanas de arduos intentos, el equipo de investigadores logró su tarea y abrió la cápsula.
“El equipo de curación mostró una resistencia impresionante e hizo un trabajo increíble para sacar estos sujetadores obstinados de la cabeza TAGSAM para que podamos continuar con el desmontaje. Estamos encantados con el éxito”, declaró la Dra. Nicole Lunning, jefa de conservación de OSIRIS-REx en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston en un comunicado.
ALEJANDRO VICTORIA TOBÓN
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO
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