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Acatisia: el trastorno del sistema nervioso que dificulta quedarse quieto o sentado y afecta la salud mental, explicado por expertos

● Esta se caracteriza por una necesidad incontrolable de moverse, sin control alguno.

● El diagnóstico debe ser realizado por un médico, quien evalúa el historial clínico, los medicamentos y observa signos físicos.

Esto debe saber. Foto: iStock

Agencia de noticiasActualizado:
PeriodistaActualizado:
La acatisia es un trastorno neurológico caracterizado por una intensa necesidad de moverse constantemente, que impide permanecer sentado o quieto. 
Esta condición puede afectar gravemente la calidad de vida de quien la padece, pues se manifiesta tanto con síntomas físicos como psicológicos.
Según la Clínica Universidad de Navarra, la acatisia está vinculada principalmente al uso de ciertos medicamentos, especialmente antipsicóticos de primera generación. Sin embargo, existen múltiples factores de riesgo que pueden contribuir a su aparición.

Causas y factores de riesgo

La acatisia puede ser inducida por diversos fármacos o estar asociada a enfermedades neurológicas. De acuerdo con la Clínica Cleveland, entre los principales factores de riesgo se encuentran:
  • Medicamentos antipsicóticos: como haloperidol, flufenazina o risperidona, los cuales son frecuentemente utilizados en el tratamiento de trastornos psiquiátricos.
  • Antidepresivos: algunos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y de serotonina y noradrenalina (IRSN) también pueden inducir acatisia.

Los antidepresivos pueden causar acatisia.  Foto:istock

  • Trastornos neurológicos: enfermedades como el Parkinson pueden presentar acatisia como síntoma adicional.
  • Encefalitis (inflamación del cerebro): sus causas incluyen infecciones virales, infecciones por picaduras de insectos o una reacción autoinmune que afecta el cerebro
  • Lesión cerebral traumática (LCT): puede producirse por un golpe fuerte en la cabeza o si se recibe un impacto con algo que penetra el cráneo.

Preste atención a las lesiones cerebrales. Foto:iStock

Tipos de acatisia, según su evolución

La Clínica Universidad de Navarra clasifica la acatisia en cuatro tipos, dependiendo del momento en que aparece y su duración:
  • Aguda: surge a los pocos días o semanas de iniciar o aumentar la dosis de un tratamiento.
  • Subaguda: se desarrolla tras varias semanas de exposición al medicamento.
  • Crónica: persiste durante varios meses, incluso cuando se ha retirado el fármaco responsable.
  • Tardía: aparece después de un uso prolongado de antipsicóticos y puede mantenerse pese a la suspensión del tratamiento.

Principales síntomas y signos de alerta

Los síntomas de la acatisia se pueden clasificar en dos grupos: físicos y psicológicos. 
Según la Clínica Universidad de Navarra, los más frecuentes incluyen la inquietud motora, que se manifiesta como dificultad para permanecer sentado y una necesidad constante de caminar, mover las piernas o cambiar de postura. 
También está el malestar interno, caracterizado por nerviosismo persistente, tensión corporal y una sensación intensa de incomodidad. Además, se presenta un aumento de la ansiedad acompañado de irritabilidad, y alteraciones del sueño, que dificultan conciliarlo debido a la necesidad continua de moverse.

Este trastorno se caracteriza por la intensa necesidad de moverse constantemente. Foto:iStock

Tratamiento y abordaje clínico

El manejo de la acatisia requiere un enfoque individualizado que combine la revisión del tratamiento farmacológico y el uso de medicamentos de apoyo. Algunas estrategias pare reducir su impacto:
  • Reducción de la dosis del fármaco causante.
  • Sustitución por otro medicamento con menor riesgo de inducir acatisia.
  • Suspensión del medicamento si es posible.

Terapias no farmacológicas

Además del tratamiento médico, algunas intervenciones complementarias pueden ser beneficiosas:
  • Técnicas de relajación.
  • Actividad física regular.
  • Terapia cognitivo-conductual, útil para abordar el componente emocional del trastorno.

Diagnóstico de la acatisia

De acuerdo con 'Medical News Today', solo un médico puede diagnosticar la acatisia. Las personas que presentan síntomas sugestivos deben acudir a un profesional para un examen clínico.
Durante este, el médico revisará el historial médico del paciente, incluyendo síntomas y medicamentos consumidos. Asimismo, indagará sobre el momento de aparición de los síntomas en relación con el inicio del tratamiento farmacológico.
El diagnóstico también implica la observación directa para detectar signos como cambios frecuentes de posición, inquietud, golpeteo de pies, cruzar y descruzar las piernas, así como mecerse o balancearse.
EFE. 

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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de EFE, y contó con la revisión de la periodista y un editor. 

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