Por ahora son un misterio las causas del asesinato del artista plástico Gonzalo Torres Castro, conocido por sus pinturas y su capacidad de crear máscaras para las artes escénicas.
Apareció muerto en un edificio en el que trabajaba en el barrio Armenia, en el centro de Bogotá, el pasado jueves 6 de julio, cuando un amigo lo encontró. El cuerpo estaba atado de pies y manos y con señales de asfixia.
Se presume que el homicidio ocurrió días atrás. Él no vivía allí, solo se quedaba de forma temporal. "Él vivía en la 39, en un apartamento. No sabemos bien por qué se quedaba ahí", dijo un allegado del artista.
Torres, quien nació en Cali, amaba crear escenografías, vestuarios y toda clase de objetos para obras de teatro. Por eso siempre trabajó con importantes grupos de teatro y danza del país, así como en diversos eventos.
Desde hace algunos años se había dedicado al estudio del óleo y hasta había recibido clases en Medellín y preparaba exposiciones de abstracto en gran formato. Su familia cuenta que incluso fue de los mejores maestros del cuero de Boot S Bags.
Todos sus amigos son del mundo del teatro, por eso no entendemos esto que pasó, ni esa muerte tan violenta
Según familiares, Gonzalo vivió solo la mayor parte de su vida y su tiempo libre se lo dedicaba a la naturaleza. "Sentía pasión por las plantas aromáticas. También era un experto en la elaboración de mermeladas y el dulce de papayuela. Era muy buen cocinero", dijo Marcela Torres, su prima.
Era un hombre humilde y sincero, aunque reconocen que tenía su genio. "Él tenía muchos proyectos. El día que nos enteramos nos dijeron que nos iban a decir algo más preciso, pero al final la excusa era que estaba muy tapado y ya luego solo nos entregaron el cuerpo en Medicina Legal".
Gonzalo Torres era un amante del arte. Foto:Archivo particular
La familia, hasta ahora, no tiene ni una sola pista de lo que pudo haber pasado. Dicen que Torres no tenía ningún enemigo o deuda pendiente. De hecho, "todos sus amigos son del mundo del teatro. Él perfeccionó durante años el arte de las máscaras. Por eso no entendemos esto que pasó, ni esa muerte tan violenta. Pedimos se haga justicia".
El Instituto de Medicina Legal les dijo que hasta dentro de un mes y medio se conocerían los resultados de la necropsia del cuerpo.
Hoy, los residentes del barrio Armenia están acongojados por lo sucedido y además porque el barrio pasó de ser un sector de tradición cultural y tranquilo a uno en donde el hampa se apodera de sus calles. "Aquí cada rato hay atracos y robos. Necesitamos más presencia de la Policía".
Al artista lo conocían como un hombre tranquilo que no generaba inconvenientes en la comunidad.
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