¿Le gustaría viajar solo y a la vez acompañado? Es lo que hacen los social travellers o viajeros sociales, que recorren el mundo sin pareja, familiares o amigos, en grupos de personas afines y con similares edades, que se organizan a través de las comunidades de trotamundos de las redes sociales.
Este tipo de viajeros descubren países y culturas diferentes compartiendo diversiones y experiencias, con personas de su mismo estilo o mood de viaje. Por ejemplo: naturaleza y aventura; monumentos e historia; relax y mar; ciudad y cultura o fiesta y vida nocturna.
Su viaje lo realizan en grupos de entre 8 y 15 personas porque consideran que es el número ideal para estar juntos, pero cada uno con su espacio cuando lo necesite.
Esta experiencia comienza en las redes sociales, donde se inspiran en los destinos de los que se han enamorado otros s antes que ellos y de los itinerarios que han recomendado para recorrerlos.
El paso del grupo por distintos rincones del mundo también se ve reflejado en esas plataformas, a medida que los viajeros suben sus comentarios, videos y fotos durante y después el recorrido.
Tras lo cual, muchos compañeros de viaje que se conocieron a través de las principales redes sociales mantienen amistades que perduran, porque ¡pocas cosas unen tanto a la gente como compartir experiencias!
Una figura clave en estos viajes colectivos es la del coordinador designado por el operador turístico que organiza la ruta.
Se trata de experto que encabeza el grupo y lo acompaña, encargándose de la logística y facilitando que los viajeros descubran los lugares más inesperados de cada meta.
“El social traveller busca aventuras singulares y conocer el mundo. Además, está constantemente conectado e informado a través de las redes sociales. Para este nuevo tipo de viajero es vital la asistencia digital que ofrecen las comunidades de internet”, según Iñigo Balbin, gerente en España de WeRoad (www.weroad.es) una comunidad de viajeros fundada en Italia en 2017.
Siempre conectados
“Este tipo de viajeros se caracterizan por ser comprometidos y responsables, que se apoyan en las nuevas tecnologías y en las redes sociales, así como en la digitalización del turoperador”, explica Balbin a Efe.
“Son jóvenes con toda la información posible y conectados en todo momento, que viajan solos, pero les gusta conocer a otros con sus mismas inquietudes y disfrutar del viaje con más personas. La mayoría no tienen pareja”, sintetiza.
El 'social traveller' busca aventuras singulares y conocer el mundo. Además, está constantemente conectado e informado a través de las redes sociales
Según este experto, este suele ser “un joven profesional, una persona inquieta, y con dificultades para compatibilizar su agenda con la de su entorno, que encuentra una alternativa viable para conocer mundo en comunidades de viajeros basadas en internet, como WeRoad”.
“Estos trotamundos digitales siguen itinerarios y viven experiencias diseñadas y organizadas por un equipo de expertos, encuentran todo lo que necesitan en la palma de su mano gracias a las nuevas tecnologías y al respaldo de sus interactuaciones con otros de la comunidad”, apunta.
“Este viajero suele ser asiduo a todo tipo de plataformas o medios relacionados con el sector de los viajes y las aventuras. Pertenece a una generación que tiene la ventaja de poseer información fresca constantemente, por lo que el proceso básico de informarse forma parte de su día a día”, señala Balbin.
La comunidad
Muchos social travellers proponen en el ámbito comunitario de las redes algunos planes que conocen y así enriquecen también al resto de la comunidad.
“Una vez que han elegido su destino y se han integrado en un grupo, este viajero se embarca en la aventura y comienza a socializar con el resto de sus compañeros”, prosigue Balbin.
“La conexión de los viajeros a través del grupo de Facebook con el que cuentan (www.facebook.com/weroadesp) les ofrece la posibilidad de interactuar y volar juntos al destino, relacionándose incluso antes de que el viaje comience”, según el experto.
“También se da el caso de que los viajeros, al hablar y compartir lo que han ido viendo, sugieren distintas actividades y buscan más posibilidades para ampliar el itinerario, o proponen destinos que han visitado ya otros la comunidad”, añade.
“Una vez que el viaje ha finalizado, el viajero suele quedarse en la comunidad. Las redes funcionan como lazos que los unen. Este tipo de comunidad suele contar con miles de , por lo que el flujo de viajes y combinaciones de coordinadores y viajeros es constante”, agrega el especialista.
Una vez que han elegido su destino y se han integrado en un grupo, este viajero se embarca en la aventura y comienza a socializar con el resto de sus compañeros
“Normalmente, los viajeros están en una franja de edad entre los 25 y los 35 años, y casi un 70 por ciento de la comunidad son mujeres”, señala Balbin a Efe.
“En los viajes colectivos de WeRoad, con entre 8 y 15 personas, se cuida que sean grupos semejantes y equilibrados, tanto en edad como en sexo”, añade.
Islandia, donde pueden aventurarse por los glaciares; Tailandia, donde pueden descubrir islas deshabitadas; así como Japón, Perú, Indonesia o Costa Rica, donde pueden conocer culturas, ciudades y paisajes muy especiales, son algunos de los destinos preferidos de los social travellers”, concluye el experto.
RICARDO SEGURA
EFE REPORTAJES
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