Sevilla: los atractivos imperdibles de la ‘joya’ de Andalucía

Los 900 años de dominación árabe y la tradición católica se expresan en Sevilla, ubicada en el sur de España, en la comunidad autónoma de Andalucía. La ciudad destaca por sus fiestas –la Feria de Abril y la Semana Santa–, el flamenco y la guitarra española, además de una arquitectura monumental que se puede irar en edificios antiguos como la Giralda, el Real Alcázar y la Catedral, uno de los templos más representativos del estilo gótico.

Donde está emplazada la catedral gótica, antes se erigió allí una mezquita, construida a finales del siglo XII. Un siglo después, cuando Sevilla fue conquistada por los cristianos, se convirtió en la iglesia de Santa María y catedral de la ciudad, conservando el gran alminar que, más tarde, se transformó en un campanario, ahora conocido como la Giralda, de 101 metros de altura, superando a la torre de Pisa (Italia) y la torre del Reloj (Londres). Hay que subir 35 rampas para disfrutar de una gran vista. No se asuste si suena una de sus 24 campanas.

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Luego de bajar la Giralda, se puede recorrer la catedral, que es el templo gótico más grande del mundo. Le sorprenderá su retablo mayor, el más grande que existe, de 400 metros cuadrados y con más de 200 figuras de santos. No puede pasar por alto la tumba de Cristóbal Colón, un monumento con cuatro figuras que representan los reinos que tenía España. Juntos sostienen la féretro del mismísimo Colón. La entrada para ambos sitios cuesta unos 25 euros.

Por su parte, el Real Alcázar es uno de los palacios más antiguos del mundo y uno de los mayores atractivos sevillanos. La majestuosa construcción conserva aún restos de diferentes etapas históricas, por lo que podrá observar vestigios de arte islámico y restos de estilo mudéjar y góticos, además de elementos renacentistas, manieristas y barrocos.

Caminar por el palacio y sus amplios y bellos jardines, repletos de fuentes, naranjos y palmeras, le harán sentir que es parte de una de las escenas de la familia Martell en el reino de Dorne, de la famosa serie Juego de tronos. La entrada cuesta alrededor de 33 euros.

La inmensa plaza España también es uno de los lugares icónicos de la ciudad española. Fue construida en 1929 por el arquitecto Aníbal González. Está presidida por un gran edificio central, enmarcado por dos torres de estilo barroco de más de 70 metros de altura. La plaza está decorada con bancos cubiertos por azulejos que representan las provincias de España. En esta parada no se pierda de un romántico paseo en su canal que se extiende a lo largo de la construcción. Este gran monumento ha sido escenario de películas como Lawrence de Arabia y hasta del Episodio II de la popular saga de Star Wars: El ataque de los clones.

Otra parada es el parque de María Luisa, considerado uno de los más bonitos de España y el principal pulmón verde de Sevilla. El diseño corrió a cargo del paisajista francés Forestier para la Exposición Iberoamericana de 1929. Aquí podrá pasear por sus diferentes glorietas, irar un estanque y monumentos.

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Uno de los atractivos de Sevilla es el barrio de Santa Cruz, un escenario de ensueño para perderse entre sus coloridas y estrechas calles. El antiguo barrio judío está cargado de historia, como las batallas religiosas. Camine hasta la Casa Museo de Murillo, que fue la penúltima residencia de la familia del pintor español Bartolomé Esteban Murillo.

Por su parte, la Torre del Oro fue construida para proteger la entrada al puerto de los buques enemigos. En sus comienzos estaba unida a la torre de la Fortaleza por medio de una fuerte cadena que cruzaba el río. Actualmente aloja un museo dedicado a la historia naval de Sevilla. La entrada es gratuita.

También está el puente de Triana, inaugurado en 1852 y que actualmente es el puente de hierro más antiguo de España. Se extiende sobre el río Guadalquivir para unir el corazón de la ciudad con el encantador barrio de Triana.

El Metropol Parasol o las Setas de la Encarnación es la estructura de madera más grande del planeta. Fue diseñada por el arquitecto alemán Jürgen Mayer y abrió al público en 2011. Es símbolo de la renovación arquitectónica de la ciudad, el monumento contiene seis enormes parasoles en forma de hongos. 

En sus techos se instaló una pasarela-mirador para contemplar la increíble vista de la ciudad. En el sótano se encuentra el Antiquarium, un museo de arqueología de la época romana. Las Setas también abarca un mercado y varios espacios gastronómicos para ‘tapear’ y tomar cerveza.

Además, está el Archivo de Indias, un antiguo edificio donde se guardan todos los archivos sobre la documentación de las colonias españolas. La entrada es gratuita y, lo mejor: es poco concurrido por los turistas.

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A unos 15 kilómetros se encuentra Alcalá de Guadaíra, ciudad donde la historia, tradición, naturaleza, el flamenco puro y el pan se unen. Enclavada entre parajes naturales de gran belleza y a la orilla del río Guadaíra, se pueden observar los molinos harineros que le dieron fama y vida a su industria panadera.

En ellos se molía el trigo para elaborar el exquisito pan horneado en diferentes formas, tamaños y sabores. No puedes dejar de probar su gran repostería, especialmente las famosas tortas de Alcalá, una delicia gastronómica.

LIDIA VANESSA SOLIS

EL UNIVERSAL (MÉXICO) - GDA