Panamá, un país de cultura y aventura para descubrir más allá del canal y rascacielos

Portobelo, Boquete y Chiriquí son visitas obligatorias para hacer turismo fuera de lo tradicional.

PERIODISTA ECONÓMICA20.09.2023 08:59 Actualizado: 18.10.2023 20:25

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Si estás pensando en viajar a Panamá tienes que tener claro que este país es más que el Canal de Panamá y su Casco Viejo, muchísimo más. Y si aún no lo habías contemplado, es momento de descubrir y disfrutar más allá de lo tradicional.

Panamá es cultura, pero también aventura, no solo bajo el mar sino también en medio de la inmensa biodiversidad que ofrece. Playas de arena blanca, mar azul turquesa, snorkel, buceo, avistamiento de ballenas, senderismo y deportes extremos. Climas fríos, templados o muy calientes, para todos los gustos en cualquier época del año.

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Nos dirigimos al viajero exigente, aquellos que buscan experiencias de viaje transformadoras

Este país, que tiene un poco más de 4 millones de habitantes, está haciendo este año una apuesta muy importante para promover el turismo, pero no para cualquiera. No busca cantidad, sino calidad en los visitantes que lleguen a Panamá para hacer un turismo sostenible.

"Nos dirigimos al viajero exigente, aquellos que buscan experiencias de viaje transformadoras y regenerativas por encima de las comodidades, atraídos por viajar con un propósito y desempeñando un papel en la mejora de las vidas de las personas y comunidades locales", dice Fernando Fondevila, CEO de Promtur, una organización de marketing de destinos para Panamá.

Llegar a Ciudad de Panamá solo toma un poco más de una hora en un vuelo desde Bogotá. Es una ciudad de contrastes, sus imponentes rascacielos te reciben al llegar, pero unos kilómetros más adentro está su historia: el Casco Viejo, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Recorrerlo es disfrutar de su arquitectura, conocer su historia de finales del siglo XVII y sus 1.000 balcones. En medio de una tranquilidad absoluta y sin el bullicio que sí reina en otras ciudades turísticas del mundo, se puede visitar el Arco Plano, el Teatro Nacional, la Plaza Francia y el imponente viaducto marino construido sobre el Océano Pacífico.

Turismo en Panamá Foto:Lina Quiroga / EL TIEMPO

Una parada infaltable es el Museo de la Mola, que expone toda la historia y la importancia del arte textil tradicional del pueblo kuna. La Mola son tejidos hechos a mano sobre la naturaleza u otras temáticas y la construcción de una sola pieza, dependiendo de su dificultad, puede demorar hasta dos años.

Si después de sumergirse en la cultura panameña está buscando aventura y naturaleza, la siguiente parada es Portobelo, ubicado a orillas del Mar Caribe y a unas dos horas por carretera desde Ciudad de Panamá.

Esta bahía fue descubierta por Cristóbal Colón en 1502 y allí todavía prevalece el Fuerte de San Jerónimo, construido en el siglo XVIII para defender a Panamá de los ataques de los piratas. También debe ser una visita obligatoria la Iglesia de San Felipe donde está el Cristo Negro de Portobelo, o el Museo de la Aduana Real si la idea es conocer todos los detalles de la cultura Congo.

En cada rincón de Portobelo se respira arte Congo. En cuadros, vajillas, artesanías o piezas especiales diseñadas por artistas locales se plasma la cultura de estos africanos que llegaron a Panamá como esclavos. También se puede disfrutar de ellos a través de sus danzas alegres que evocan sátiras de sus antepasados.

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Más aventura

Al estar en Portobelo no puede faltar la visita a 'Venas Azules', unos canales de aguas cristalinas rodeados por manglares, tan cristalinas que te permiten ver parte de la variedad de peces que tiene esta región del país.

Pero si no se conforma con solo verlos desde la superficie, practicar snorkel en las Islas Tres Marías es el plan perfecto para nadar entre los corales y peces de todos colores y formas. Incluso, con un poco de suerte puedes ver a 'Dory'.

Y para finalizar la tarde se pueden disfrutar las playas de arena blanca y aprovechar para ver el atardecer o simplemente contemplar como el infinito mar se confunde con el cielo. Un paseo por los manglares acompañado del sonido de las aves al llegar la noche y una copa de vino también es otro plan imperdible.

Panamá tiene la fortuna de tener a cada lado un océano distinto y si en la mañana estabas disfrutando el Atlántico en la tarde puedes estar contemplando la inmensidad del Pacífico. Para ir desde Colon a David (capital de Chiriquí) y atravesar el país de sur a norte se puede tomar un vuelo de avión o viajar por carretera.

Al llegar a David se debe tomar un transporte terrestre y en aproximadamente una hora se llega a Boca Chica, la puerta de entrada al Pacífico y del viaje para el avistamiento de ballenas, que llegan a Panamá durante las temporadas de reproducción y apareamiento. Los mejores momentos para verlas es entre agosto y septiembre o de enero a marzo.

Para el avistamiento es necesario adentrarse en el Océano Pacífico un par de horas, pero durante el trayecto puedes disfrutar de las hermosas vistas que te regalan las numerosas islas y playas que se encuentran por el camino. Las islas Gámez, Bolaños y Paridas son una parada obligatoria para nadar en aguas cristalinas, tanto de ida como de regreso.

Cuando te pierdes en la inmensidad del océano y solo ves a tu alrededor el azul profundo que rodea el Parque Nacional Marino del Golfo de Chiriquí, lo único que queda es tener paciencia y con un poco de suerte para poder avistar las ballenas y disfrutar del espectáculo que brindan acompañadas de sus crías.

Otro plan que no puede faltar al estar en Chiriquí es hacer rafting por el río Chiriquí Viejo. Es un recorrido de 16,5 kilómetros con 35 rápidos que te dan una aventura extrema por unas tres horas. Mientras vas remando también se puede disfrutar de la espesa naturaleza y avistar aves como los cormoranes, garzas o el martín pescador.

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Inmersión en la naturaleza

Para los amantes de la naturaleza, Panamá ofrece opciones de senderismo en El Otro Lado, un hotel boutique en Portobelo que también ofrece una experiencia única al recorrer un lago sobre una plataforma flotante mientras desayunas. Ranas, tortugas, monos aulladores y aves se pueden observar al disfrutar de estos dos planes.

Otro lugar para hacer senderismo es Boquete, un distrito al norte de la provincia de Chiriquí donde la temperatura puede bajar hasta los 13 °C. Las Cataratas Perdidas es una reserva natural privada que vale la pena recorrer para terminar apreciando sus imponentes cascadas, y porque no, darse un chapuzón, aunque hay que advertir que el agua es helada.

Boquete es uno de los principales destinos para jubilarse en el mundo y para la inversión inmobiliaria, por eso su población es tan diversa como su comida. Además, en su tierra se cosecha el café Geisha, el más valioso del mundo.

Antes de salir de Panamá no puedes dejar de probar platos típicos como la ropavieja, las carimañolas, el arroz con coco, el pescado frito, el enyucado, el nazareno, el ceviche y un 'mono', una clase de tamal que contiene arroz, frijoles, plátano maduro y carne.

Puedes acompañarlos de un buen ron panameño o una cerveza Balboa, la primera que se fabricó en el país y que luego de 113 años sigue siendo una de las preferidas. También viene bien una taza de buen café.

Y entre la lista de infaltables para recorrer este país siempre debe haber un protector solar, un repelente para mosquitos y una sombrilla o impermeable, porque la lluvia puede sorpréndelo en cualquier momento en Panamá, tan diversa en cultura como en biodiversidad.