El pasado 13 de marzo, el Hotel Dann en Bucaramanga recibió como huésped a una mujer santandereana proveniente de España, ella decidió aislarse 14 días en este hotel a pesar de no presentar síntomas, como medida preventiva, ya que vive con sus padres que superan los 70 años.
Tres días después de su llegada, comenzó a presentar síntomas como tos, fiebre y fatiga, llamó a las autoridades de salud y le efectuaron la prueba el 15 de marzo, las cuales dieron positivo. Días después la mujer interpuso una tutela contra el hotel y la EPS, argumentando trato digno y violación a su derecho a la salud.
Según el abogado de la mujer, el hotel no le volvió "a hacer aseo en el cuarto, le quitaron el control del aire acondicionado y se lo apagaron, la comida se la dejan en la puerta, no dejan que salga para nada del cuarto. Ella es alérgica a los zancudos entonces no puede abrir la ventana".
El Hotel Dann a través de un comunicado explico su versión de lo ocurrido, afirmando que desde el primer momento se tomaron las medidas preventivas correspondientes y por iniciativa del hotel "se solicitó la presencia de EMERMEDICA, empresa que presta el servicio de salud ambulatorio a nuestros huéspedes, para que le practicaran las pruebas de rigor".
Incluso, "el Hotel ó a la Secretaria de Salud Departamental, Dr. Alexander Torres, para solicitar su revisión médica y traslado a un Centro de Salud de ser necesario" el cual fue negado dejando al hotel a cargo de la situación, exponiendo así a sus colaboradores, sus familias, huéspedes y a otras personas de ser contagiados con el COVID-19, explica el comunicado.
Actualmente, según el comunicado el hotel ha cumplido todos los protocolos, se bloqueó el piso donde se alojaba la huésped y explica que "El hotel no ha cerrado sus puertas pensando en el bienestar de la huésped portadora del virus COVID-19 y ha garantizado su estadía en condiciones dignas".
Ademas, afirma que la huésped portadora del virus no cumplía con la recomendación de usar el tapabocas, ni mantenía la distancia de 2 metros de los colaboradores que ingresaban a la habitación. Lo cual ocasionó que siete empleados fueran sometidos a confinamiento obligatorio y están esperando los resultados de las pruebas de COVID-19.
Finalizando, aclara que las publicaciones hechas por sus familiares y su abogado han
puesto en gran riesgo la seguridad del Hotel y la de los trabajadores, tanto en su imagen
como sostenibilidad futura y que se ha puesto en riesgo "la integridad de nuestros colaboradores, el establecimiento y el mismo orden público".
REDACCIÓN VIAJAR