Con un safari gastronómico en las playas de Barú se celebra el nuevo año, en Calablanca

Una playa de arena blanca y suave se funde con los azules del mar Caribe. Y desde allí se levanta entre un bosque semiseco tropical el proyecto inmobiliario y hotelero Sofitel Barú Calablanca Beach Resort, que encontró en este recodo de Barú, el lugar que integra naturaleza, descanso, lujo y buena mesa.

Luego de un recorrido de 25 minutos desde Cartagena en catamarán o yate, se arriba a un pequeño puerto que recibe a los viajeros para transportarlos en carros de golf hacia las instalaciones del hotel. Durante el recorrido los viajeros pueden sentir el calor abrazador y ver la arena y la vegetación característica de esta región.

Operado por la cadena sa de lujo del grupo Accor, tiene 10 torres con 187 modernas y confortables habitaciones (22 suites y suite presidencial); tres restaurantes, que prometen un viaje por la gastronomía internacional; siete bares; spa con cabinas, sauna, hammam y salón de yoga, y más de 932 metros cuadrados para reuniones con tecnología de punta.

La naturaleza es una de las fortalezas de este destino pues Barú tiene más de 8.000 metros cuadrados de playa y una valiosa biodiversidad con 60 especies de corales, 153 de crustáceos, 244 de moluscos y 513 de peces, además de aves migratorias, el 40 por ciento de la biodiversidad del Caribe colombiano.

Sin duda una de las experiencias imperdibles en este lugar es la gastronomía. Por eso, de la mano del chef francés Patrice Guaus, el restaurante y bar Calablanca ofrece sabores de la cocina colombiana y mediterránea con técnicas ancestrales e ingredientes de la granja a la mesa.

Parte importante de este equipo es el sous chef Andrés Segura, uno de los creativos que elevan la gastronomía de los restaurantes Humo (de comida asiática) y Calablanca para convertirla en un momento inolvidable.

 Junto con su equipo de cocina se encargan de que las propuestas sean impactantes tanto en sabor como en presentación, incluso en el food truck de la paya , que también es una experiencia divertida con delicias del mar y un toque mexicano. Buenos vinos, y un servicio impecable, complementan este tour de sabor.

La cultura es otra de las banderas con las que trabaja este resort, con la idea de dar a conocer la música, las artesanías, la gastronomía y las costumbres de los habitantes de la zona. De hecho, varios habitantes de la región trabajan allí, como la palenquera Idanys García, que se encarga de preparar las mejores arepas de huevo de la región, y no duda en compartir sus conocimientos con los huéspedes.

Sofitel Barú Calablanca sorprende en las celebraciones de las fiestas de fin de año y trae propuestas gastronómicas exquisitas para 31 de diciembre, además de una gran fiesta inspirada en la biodiversidad y la belleza natural de la isla y del mundo.

La celebración de fin de año será en la playa, inicia con un cóctel de bienvenida desde las 8:00 de la noche para luego pasar a la cena de gala a las 9:00 de la noche. En este espacio brindarán una variedad de recetas diseñadas por el chef Patrice Guaus y su equipo que se servirán en estaciones, que incluyen platos como el pollo piri piri, tradicional de Mozambique y Portugal, Boerewors de Zimbawe, Zambia, Namibia, entre otros, y que estarán con variedad de ensaladas y una selección de acompañamientos calientes.

También se encontrará exquisita panadería al mejor estilo Sofitel con buñuelos, panettone, pan de campo o Focaccia de remolacha, baguette de semillas y pretzels. La imperdible natilla con una versión de frutos del bosque, galletas de jengibre, profiterol de chocolate y variedad de macarons son solo algunos de los postres para deleitarse esa noche.

Al terminar la cena, empieza la gran fiesta de Safari con orquesta y show de juegos pirotécnicos, acompañado de copa para el brindis de media noche, cotillones y hora loca.