En el marco de la Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano, llevada a cabo durante toda la semana en la Conferencia Episcopal, la Iglesia se pronunció frente a la reforma a la salud que prepara el Gobierno para presentar ante el Congreso de la República, haciendo un llamado “a la unidad y no la división” y a “construir y no a destruir”.
Así lo expresó el padre Raúl Ortiz, director del departamento de doctrina de la Conferencia Episcopal: "Reconocemos que por supuesto el sistema de salud colombiano no es perfecto. Es importante no caer en el pesimismo. Pero cuando se habla de una reforma, no podemos decir que lo que exista y se haya hecho no tenga valor".
Y agregó: "La Iglesia de hecho ha reconocido el importante papel que han tenido ciertas Entidades Prestadoras de Salud (EPS), el personal de salud, que durante la pandemia se entregaron por la defensa de la vida".
Uno de los puntos que más preocupa al clero frente a esta reforma es que de momento no se ha dado a conocer el texto de dicho documento: "Puesto que no se conoce propiamente el proyecto, no podemos llegar a conclusiones precipitadas. Lo único que podemos decir, es que existe la doctrina social de la Iglesia, que tiene ciertos principios en los que esperamos que se base la reforma al sistema de salud. Es decir, concentrarnos en la dignidad de la persona, que el bien común es corresponsabiliad de todos (que hoy ya vemos aplicado en que exista un régimen subsidiado y uno contributivo) y que el Estado nos represente a todos de manera vinculante", señaló Ortiz.
Por su parte, monseñor Germán Medina, obispo auxiliar de Bogotá, pidió que se construya un diálogo nacional alrededor de la reforma, en el que el texto definitivo sea una construcción social de múltiples sectores.
De esta manera, aseguró que "la participación es muy importante, que las propuestas se den a conocer, que se puedan difundir, debatir y enriquecer, porque hoy no conocemos el texto, el articulado. Es un llamado a no imponer sino a abrir la posibilidad del debate y el diálogo".
De igual forma, pidió no hacer de esta discusión un escenario de discordia, sino que, por el contrario, sirva para unir a las personas en torno a un tema fundamental como la salud: "Este país necesita comunión. No podemos seguir polarizando, dividiendo y fracturando más, sino construir puentes. Las reformas que se anuncian tienen que ser factores de unidad y no de división".
Finalmente, monseñor Juan Carlos Cárdenas, obispo de Pasto, pidió que, por encima de cualquier discusión política, que se entienda la reforma como un mecanismo de defensa de la dignidad humana.
"En reformas tan fundamentales para la vida, como la salud, nunca podemos olvidar que en el centro debe estar el bien de la persona humana. El bien común, la dignidad, deben ser siempre defendidos", dijo el obispo.
Durante los próximos días de la semana, la asamblea se centrará en discusiones de diferentes temas relevantes, como la protección del medio ambiente, en especial de la selva amazónica, y los derechos de la niñez y los adultos mayores.
Pero el día más esperado será el próximo viernes, cuando la Iglesia se pronunciará sobre su participación en los diálogos entre el Gobierno Nacional y el ELN, y la propuesta de una ‘Paz Total’. Se espera que dicho día haya participación del presidente Gustavo Petro.
REDACCIÓN VIDA
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