El Sacramento de la Eucaristía es el sacrificio mismo del Cuerpo y de la Sangre de Jesús (representado por el pan y el vino), que Él instituyó para perpetuar en los siglos, hasta su segunda venida, el sacrificio de la Cruz, confiando así a la Iglesia el memorial de su Muerte y Resurrección.
El Papa Francisco recuerda que el “corazón” de la Iglesia, es decir, en la Eucaristía es fundamental para conocer el valor de la Santa Misa, a fin de vivir cada vez más plenamente nuestra relación con Dios. "Eucaristía significa acción de gracias. Acción de gracias a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo que nos envuelve y nos transforma en su comunión de amor", dice.
El Papa Bergoglio explica que “si no podemos celebrar la Eucaristía, no podemos vivir”, o que “nuestra vida cristiana moriría” y destaca que Jesús dijo a sus discípulos: “Si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán la vida. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene la vida eterna y yo lo resucitaré en el último día”.
"Esta pues es la gracia más grande: poder experimentar que la Misa, la Eucaristía es el momento privilegiado para estar con Jesús, y, a través de Él, con Dios y con los hermanos".
"Orar, como todo verdadero diálogo, es también saber permanecer en silencio – en los diálogos existen momentos de silencio –, en silencio junto a Jesús. Y cuando nosotros vamos a Misa, tal vez llegamos cinco minutos antes y comenzamos a conversar con quien está al lado nuestro. Pero no es el momento de conversar: es el momento del silencio para prepararnos al diálogo. Es el momento de recogernos en nuestro propio corazón para prepararnos al encuentro con Jesús. ¡El silencio es muy importante!"
"La Misa es oración, es más, es la oración por excelencia, la más alta, la más sublime, y al mismo tiempo la más “concreta”", dijo el Papa Francisco. Y precisó, es el encuentro de amor con Dios mediante su Palabra y el Cuerpo y Sangre de Jesús. Es un encuentro con el Señor".
"La oración, dijo el Papa, es sobre todo diálogo, relación personal con Dios. Y el hombre, ha sido creado como ser en relación personal con Dios que encuentra su plena realización solamente en el encuentro con su Creador", asegura el Obispo de Roma.