Una de las tradiciones más significativas en la época navideña es el árbol de Navidad, que está presente en casi todos los hogares. Esa bella costumbre, que llena las casas de color y brillo, también es una oportunidad para los creyentes de reforzar su fe durante la época más importante para el mundo cristiano por medio de la oración.
Y es que, como dice la agencia católica ACI Prensa, el "árbol mismo nos trae a la memoria aquel árbol del Paraíso (cf. Gn 2, 9 - 17) de cuyo fruto prohibido comieron Adán y Eva, desobedeciendo a Dios. El árbol, como símbolo, puede evocar el origen de la desgracia en la que cayó el género humano: el pecado. No obstante, también puede recordarnos que nos fue prometido un Salvador, un niño que va a nacer de Santa María, el Mesías esperado que viene a traernos el don de la reconciliación".
La estrella, en la punta, es la misma estrella de Belén, que llevó a los pastores y Reyes Magos de camino al lugar donde nació Jesús, y por lo tanto representa esa luz del evangelio que nos acerca al salvador.
Por todo ello, es importante bendecir el árbol de Navidad en familia, ya que este es un símbolo que, al igual que los demás elementos de estas celebraciones, debe cumplir con la misión de acercarnos más a Jesús.
Oración de bendición del árbol navideño
Lector 1: (El padre, o algún otro miembro de la familia)
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
Que nos ha llenado con toda clase de bendiciones espirituales.
En los cielos, en Cristo.
Todos: Bendito sea el Señor por los siglos.
Lector 2: (Alguno de los presentes lee el siguiente texto de la Sagrada Escritura)
Escuchemos con atención la lectura del profeta Isaías:
"Vendrá a ti, Jerusalén, el orgullo del Líbano, con el ciprés y el abeto y el pino, para adornar el lugar de mi santuario y ennoblecer mi estado".
Lector 1: Oración de bendición
(Quien dirige la oración, con las manos juntas, pronuncia la oración de bendición)
Oremos.
Bendito seas, Señor y Padre nuestro,
que nos concedes recordar con fe
en estos días previos a la Navidad
los misterios del nacimiento del Señor Jesús.
Concédenos, a quienes hemos adornado este árbol
y lo hemos embellecido con luces,
con la ilusión de celebrar la Navidad,
que podamos vivir también a la luz de los ejemplos
de la vida plena de tu Hijo
y ser enriquecidos con las virtudes
que resplandecen en su santa infancia.
Gloria a Él por los siglos de los siglos.
Amén.