El papa Francisco animó hoy a los gobernantes del mundo a "abrir puertas de paz" y a tener la "valentía de cumplir gestos de diálogo" ante las tantas guerras del mundo, tras el rezo del 'Regina Coeli' este Domingo de Pentecostés.
El pontífice argentino centro su mensaje dominical en el Espíritu Santo, cuya revelación se conmemora en Pentecostés, y auguró que ello pueda "crear armonía en los corazones, en las familias, en la sociedad y en el mundo entero".
"Que el Espíritu haga crecer la comunión y la fraternidad entre cristianos de las distintas confesiones y done a los gobernantes la valentía de cumplir gestos de diálogo que conduzcan a poner fin a las guerras", dijo desde la ventana del Palacio Apostólico tras el rezo del 'Regina Coeli', que sustituye al Ángelus en tiempo pascual.
Francisco lamentó que las guerras sean "muchas" actualmente y aludió especialmente a Ucrania, sobre todo a la ciudad de Járkov, y a Tierra Santa, Palestina e Israel. "Pensemos en tantos lugares donde hay guerras. Que el Espíritu lleve a los responsables de las naciones y a todos nosotros a abrir puertas de paz", proclamó ante los cientos de fieles que le escuchaban desde la Plaza de San Pedro del Vaticano.
Vigilia de Pentecostés
En la noche de este sábado el papa Francisco celebró desde el estadio Bentegodi, en la ciudad de Verona, la Misa de Vigilia de Pentecostés, celebrada en el Estadio Bentegodi. Allí, el pontífice dejó de lado la homilía preparada para la ocasión y se dirigió a los más de 30.000 fieles congregados hablándoles espontáneamente.
De esta forma, centró su reflexión en el poder transformador del Espíritu Santo en la vida de los cristianos. Así, evidenció que hoy, como en los tiempos del apóstol Pablo, muchas comunidades cristianas no saben quién es el Espíritu Santo. Y a este respecto, relató una experiencia suya en una misa con niños, durante la cual uno de ellos, confundió el término 'paráclito' con 'paralítico'.
“¡El Espíritu Santo es el protagonista de nuestra vida! Él es quien nos lleva adelante, quien nos ayuda a avanzar, quien nos hace desarrollar la vida cristiana. El Espíritu Santo está dentro de nosotros”, explicó.
El Obispo de Roma invitó a pensar en los apóstoles, que estaban encerrados en el cenáculo y tenían miedo. Y cómo, cuando llegó el Espíritu Santo “les cambió el corazón y salieron a predicar con valentía. Él nos da la valentía para vivir la vida cristiana. Y con esta valentía, cambia nuestra vida”.
*Con información de agencias