Cuando se habla de trufas muchas personas tienden a pensar en unas deliciosas esferas de chocolate, sin embargo, existen otras trufas, que son hongos comestibles que se encuentran en las raíces de plantas truferas, de allí su nombre.
Las trufas son en la actualidad un ingrediente de la alta cocina, no en vano, son uno de los alimentos más cotizados en Europa por su sabor y propiedades nutricionales.
La mayoría de estos hongos se puden encontrar en suelo mediterráneo, principalmente en Italia, donde el clima facilita su cosecha.
Existen muchas variedades de trufas, pero no todas son comestibles. Entre las más valiosas para la gastronomía se encuentran la Tuber Melanosporum, la Tuber Aestivum y la Tuber Uncinatum.
Tuber Melanosporum: también conocida como trufa negra, es una de las favoritas de los cocineros por su aroma. Según el portal especializado 'Manjares de la tierra', la temporada para encontrar este hongo es de noviembre a abril, pues requiere de la lluvia para cosecharse.
"Sus matices sensoriales son variables según el terreno en el que se desarrolle. Externamente la trufa tiene una textura rugosa, forma redondeada y no suele pesar más de 200 gramos. Su tonalidad exterior va del marrón al negro según el grado de maduración y en el interior negra con finas ramificaciones blanquecinas", explica el portal mencionado.
Tuber Aestivum: también conocida como trufa de verano o trufa de San Juan, a diferencia de la trufa negra, este tipo tolera diferentes condiciones climáticas por lo que también se da en zonas cálidas y su temporada es de mayo a septiembre, de allí su nombre.
"De forma exterior parecida a la Melanosporum, pero con la corteza piramidal mucho más pronunciada y por dentro de color crema o avellana", se lee en la página de 'Manjares de la tierra'.
Tuber Uncinatum: también conocida como trufa de otoño o trufa de Borgoña, crece en ambientes húmedos y es la más abundante, aunque solo se puede recolectar entre los meses de septiembre y noviembre.
"En otoño, las temperaturas templadas hacen que su aroma sea suave con notas de madera y hongo. Su color es más oscuro que el de la trufa de verano, pero más claro que el de la trufa de invierno", menciona 'Manjares de la tierra'.