Durante las últimas dos semanas, la biodiversidad se ha convertido en la palabra constante en las conversaciones de los visitantes nacionales e internacionales que pasaron por las zonas Verde y Azul de la COP16 en Cali. Una riqueza natural que está en riesgo por cuenta de factores como los cambios en el uso de la tierra y el mar, el cambio climático, la contaminación y la propagación de especies exóticas invasoras.
Colombia es el segundo país más biodiverso del planeta, lo que nos pone en un lugar predominante cuando hablamos de las decisiones que los países reunidos bajo el Convenio de Diversidad Biológica discuten en escenarios como esta cumbre para hacer frente a la crisis de pérdida de diversidad biológica. Pero, ¿de qué estamos hablando cuando nos referimos a esta riqueza natural?
Por definición, la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (Ipbes), la define como “la variabilidad entre organismos vivos de diferentes fuentes, incluye ecosistemas terrestres, marinos y otros ecosistemas acuáticos, y los complejos ecológicos de los que hacen parte. Esto incluye la variabilidad en los atributos genéticos, fenotípicos, filogenéticos y funcionales, así como los cambios en abundancia y distribución a lo largo del tiempo y del espacio dentro y entre especies, comunidades biológicas y ecosistemas”.
Es decir, no solo son animales y plantas, sino los ecosistemas que estos conforman, así como todo el mundo microscópico con el que conviven y la información genética que los conforma. Un mundo macro y micro que en las últimas décadas viene desapareciendo y que, en un planeta interconectado, su pérdida implicaría la desaparición o transformación de otros niveles de biodiversidad.
En Colombia
Cuando hablamos de biodiversidad en Colombia, las cifras muestran a un país en el que, de acuerdo con Sistema de Información sobre Biodiversidad (SIB), hasta el momento han sido descritas unas 32.054 especies de animales, 37.718 especies de plantas y 6.936 especies de hongos, por nombrar algunos. Una muestra que permite vislumbrar todo lo que aún está por descubrirse.
De hecho, en el marco de la COP16, científicos del Real Jardín Botánico de Kew (Londres) revelaron un estudio que indica que nuestro país es uno de los ‘puntos oscuros’ de diversidad vegetal, regiones donde se prevé descubrir mayor cantidad de nuevas especies.
“Colombia es el país del mundo donde estimamos que vamos a ver el mayor número de especies de plantas a ser colectadas. Ya tiene una buena base de datos, los botánicos colombianos han hecho un excelente trabajo en hacer el mapeo de su flora, pero todavía quedan muchas especies que no han sido descubiertas”, afirma Alexandre Antonelli, director científico de Kew.
Para preservarlo
Entre los resultados que deja la COP16, están los avances de unas pocas naciones, entre ellas Colombia, que presentaron sus Planes de Acción de Biodiversidad, que hacen referencia a las medidas que cada país toma alineados en cumplir las 23 metas del Convenio Marco Kunming-Montreal para detener la pérdida de diversidad biológica en el mundo.
Seis ambiciosas metas, conformadas por 191 acciones, para restaurar la biodiversidad de aquí a 2030 hicieron parte del primer gran anuncio de Colombia durante la cumbre. Una de ellas es crear territorios con integridad ecosistémica y modelos regenerativos, y para ello se buscará restaurar y reconvertir a modelos productivos sostenibles 5’000.000 de hectáreas.
ALEJANDRA LÓPEZ PLAZAS - ENVIADA ESPECIAL DE EL TIEMPO A LA COP16